1. Estorbos. El engranaje de la Cuarta Transformación no logra afinarse del todo gracias a personajes cuyos intereses van en contra de los del presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes no permiten el correcto funcionamiento del proyecto de nación. Como infiltrados en casa, Morena tiene dos opositores en su bancada del Senado, Napoleón Gómez Urrutia, quien por testarudo quiere enfrentar al Presidente con los empresarios, con la ley sobre subcontratación, y Martí Batres, quien no supera no haberse quedado como presidente de la Mesa Directiva, una vez que acabó sin esplendor alguno su gestión, y en el pleno sólo tira tierra a Ricardo Monreal y a Mónica Fernández, presidenta del Senado. Napo y Batres se encaprichan en legislar a su conveniencia y no, por ahí no es.
2. Conciliador. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los senadores de Acción Nacional cambiar su decisión inicial y aprueben finalmente la reforma del artículo 4º de la Carta Magna que eleva a rango constitucional becas y pensiones. En buenos términos se dirigió al partido conservador para “que no hagan lo mismo que sus colegas diputados”, en referencia a los 46 diputados del PAN que votaron en contra de la reforma del gobierno. “Hago un llamado a los senadores del PAN a que rectifiquen (...) viene el Senado y pueden tomar otra postura, a lo mejor no lo analizaron bien, no lo pensaron y no tuvieron la información”, dijo. Seguro que se equivocaron. Eso de oponerse a las pensiones de los que más necesitan, eso no es el sello del PAN, ¿verdad?
3. No nos ayuden, compadres. Dice la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) que desde la curva de enero advirtió que la carestía se sostendría durante todo el año a causa de la inflación. En febrero, el Inegi confirmó esta proyección al reportar una inflación del 3.7%, la más alta desde la mitad del 2019. Y ahora, al ser decretado como pandemia el coronavirus por la OMS, la ANPEC prevé que la inflación y la carestía se apuntalarán con mayor fuerza en el país, lo cual complicará la manutención de miles de hogares mexicanos. ¿Por qué la negatividad de Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de la alianza? ¿No ha escuchado que nuestro país está protegido financieramente y que resistirá los embates? ¿O no lo cree?
4. Adiós lujos. Asegura el presidente Andrés Manuel López Obrador que si hiciera falta dinero para hacer frente a la crisis económica mundial ocasionada por el coronavirus, se harían los ajustes en los recursos del gobierno, por lo cual su administración pasaría de la “austeridad republicana a la pobreza franciscana”. Ante la crisis económica global, López Obrador aseguró que el país se encuentra estable para hacerle frente, pues existe presupuesto, aumentó la recaudación y espera que en breve se estabilicen los mercados. “Si hace falta, va a ser en austeridad, se va apretar más el cinturón el gobierno, no al pueblo. Si llegara a hacer falta y tenemos ahí algunas reservas”. El senador Martí Batres debería ponerse a hacer algo por la 4T, aunque sea una coperacha entre sus cuates. Porque nomás no pinta.
5. Diplomático de diez. Mejor decisión no pudo haber tomado el gobierno de México en marzo de 2019. A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a cargo de Marcelo Ebrard, otorgó su beneplácito a Christopher Landau como nuevo embajador de Estados Unidos en nuestro país. En ese momento, nadie sabía la calidad de diplomático que estaba por llegar. En un discurso hecho, se esperaba que su arribo contribuyera “a impulsar y a fortalecer una relación bilateral de respeto y entendimiento mutuo”. Y no se equivocaron. Landau ha creado una relación de afecto con México y los mexicanos, justo en la era de Donald Trump. Ayer, Landau informó mediante su cuenta de Twitter la inclusión de una “nueva y digna” bandera de México en la sede del Departamento de Estado de Estados Unidos en Washington. ¡Tipazo!