Y que se adelantan 3 góbers
Quienes de plano decidieron no esperar al 20 de marzo, como lo estipuló la SEP, para suspender clases en todos los niveles escolares, como parte de las vacaciones adelantadas para evitar contagios de coronavirus, fueron los gobiernos panistas de Yucatán y Guanajuato que encabezan, respectivamente, Diego Sinhué y Mauricio Vila, y el de Jalisco, a cargo del emecista Enrique Alfaro. El primero justificó su decisión en la recomendación que le hicieron “los mejores epidemiólogos y expertos en salud pública” del estado, y el segundo en que “es absurdo dejar pasar cuatro días más”. Con eso, nos dicen, marcan una diferencia respecto a la autoridad federales.
• Barbosa, en politiquería
Nos comentan que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, como que no entendió cuando el Presidente pidió no hacer politiquería con el coronavirus, pues el sábado le molestó no ser él quien tuviera la primicia de anunciar la modificación de las actividades por la crisis del Covid-19 en la entidad. “Si el gobierno del estado llega a parar, sólo él lo va a anunciar y no una presidenta municipal o un secretario”, dijo Barbosa, quien no termina de salir de los resabios de la megaprotesta estudiantil por seguridad y, tras lo dicho, debió admitir que se ajustaría a lo señalado por la SEP. Así los enredos en la entidad.
• Política, amor y epidemia
El senador de Movimiento Ciudadano Samuel García, que ha criticado férreamente al Gobierno federal por no tomar las medidas pertinentes ante el Covid-19, el sábado atendió la anuencia de la Secretaría de Salud de Nuevo León —para no cancelar bodas y eventos sociales— y celebró su matrimonio civil con la influencer Mariana Rodríguez Cantú, luego de una mediática relación, que han presumido por varios rincones del mundo, lo cual le ha traído reclamos políticos, por lo onerosos que se miran sus paseos. Al senador García se le nota enamorado de la idea de ser gobernador de Nuevo León. “La gubernatura los espera”, les reiteraron amigos y familiares a los nuevos esposos, como si la voluntad popular pudiera ser un regalo de bodas. En fin.
• Diamantina a Ramírez Cuéllar
Nos comentan que en plena época en la que el tema de la violencia de género ocupa muchos reflectores, cuatro mujeres con antifaces blancos y capuchas le lanzaron diamantina morada al presidente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar: “no más violencia, contra las mujeres, no más violencia”, le gritaron, y después corrieron. La acción ocurrió minutos después de que el diputado fue acusado de misógino por la secretaria de Mujeres de Morena, Carol Arriaga. Al interior del partido, varios se cuestionaron si la agresión fue una protesta genuina, o alguien está moviendo los hilos para desprestigiar al dirigente. Habrá que ver.
• El polémico mensaje de Conade
Más de una ceja se levantó ayer, luego de que se conociera un tuit circulado por la Conade, a cargo de Ana Guevara, el cual dice que el coronavirus “no es una situación de emergencia”. Y sostiene, con ilustraciones de muñequitos, que no hay que cancelar eventos ni hacer compras de pánico, y pide seguir las actividades normales con medidas de prevención reforzadas. También dice que la enfermedad causada por el Covid-19 no es grave. La dependencia eliminó el tuit, pero hasta el exministro de la Corte José Ramón Cosío se preguntó: “¿con qué facultades legales este organismo emite este comunicado?” A ver cómo se le ponen las cosas a Guevara, que trae encima a la Función Pública, por el tema del Fodepar.
• Se cae el sistema del IECM
Así que el experimento del Instituto Electoral de la Ciudad de México, de tener tabletas electrónicas en casillas de las alcaldías Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, para votar en la Consulta de Presupuesto Participativo, no salió como se tenía planeado. A pesar de que hubo un simulacro previo a la jornada, el sistema se cayó y fueron cerca de tres horas las que se tardó el IECM para determinar que mejor regresaban al confiable papel impreso. Mario Velázquez Miranda, consejero presidente del IECM, solicitará informe sobre qué fue lo que ocurrió. Lo que es un hecho, es que, entonces, no hubo tal ahorro en papel, que se esperaba tener con este ejercicio. Qué mal.