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SERPIENTES Y ESCALERAS

Informar bien, la clave

La comunicación en un gobierno no es un lujo, es una necesidad. Pero hay que comunicar bien.

La pandemia del coronavirus ha provocado una alerta mundial que, además, ha pegado muy fuerte en la economía de todo el orbe. Muchos países europeos han cerrado sus fronteras y varios de ellos establecieron planes urgentes de contingencia económica para evitar una crisis mayor a la que hoy sacude las bolsas del mundo. Estados Unidos anunció un fondo de un billón de dólares para paliar la crisis en tanto que Francia desplegó un programa de apoyo por 3 mil millones de euros. En México el presidente dice que no se necesita ningún plan fiscal extraordinario, porque la economía del mundo se va a estabilizar.

La Organización Mundial de Salud ha dicho que todos los gobiernos del planeta deben implementar medidas de distanciamiento social para retardar los contagios y evitar la sobresaturación de hospitales; puso especial énfasis en la necesidad de hacer todas las pruebas posibles para ubicar inmediatamente a los portadores del virus y reiteró la delicadeza del tema. En México, por el contrario, el presidente sigue realizando eventos masivos, saluda a la gente de mano y beso, evita ponerse gel antibacterial, desestima la necesidad de hacer pruebas y remata con la ocurrencia de que nuestra mejor protección contra el virus es “acabar con la corrupción” y usar un escapulario (Detente).

El presidente norteamericano Donald Trump, ese que asegura que el calentamiento global es un engaño, dejó por un momento su terquedad y entendió la gravedad que representa una pandemia que no solo está afectando la salud de millones de ciudadanos en el mundo y provocó ya la muerte de miles de personas, también ha puesto en jaque a la economía y está a punto de causar una recesión global. Mientras eso ocurre en el norte, en México Andrés Manuel López Obrador asegura que no hace faltan recursos adicionales para ayudar a las empresas y a la gente porque “nosotros pensamos que la economía del mundo se va a estabilizar”.

Quizá por la ligereza con la que el mandatario mexicano está tomando las cosas, muchos ciudadanos no han dimensionado lo que puede ocurrir con el coronavirus; los gobiernos federal y de varios estados han suspendido clases, eventos masivos, cancelado espectáculos donde se juntan miles de personas y reducido a la mitad la plantilla de personal; pero en la Ciudad de México hasta la semana pasada se permitió la celebración de varios conciertos, entre ellos el festival Vive Latino y la jefa de gobierno reitera que no hay necesidad de suspender las actividades de los centros comerciales porque el tema del Covid-19 no es tan grave.

La historia de las tragedias en México parece repetirse en esta ocasión; mucha gente (la mayoría quizá) está buscando información por sus propios medios, toma medidas preventivas en sus espacios personales y profesionales e intenta evitar un contagio; una vez más el gobierno está varios pasos atrás de la gente, de ahí el acelerado desgaste que tiene la figura del presidente López Obrador y la oleada de críticas que recibe su equipo de asesores cada vez que salen con sus ocurrencias, como cuando el subsecretario Hugo López-Gatell afirmó que el presidente mexicano “tiene una fuerza moral, no de contagio”.

El gobierno de México, no han podido establecer una línea de comunicación eficiente que conecte bien con los ciudadanos e informe con oportunidad las medidas de protección que se deben tomar. Localmente hace unos días el gobernador anunció una serie de acciones de contención y estableció una mesa de seguridad en salud. El punto en ambos casos es que la información que brindan no es suficiente, ni clara, ni oportuna.

Desde hace más de un año (y apenas lleva 17 meses en el cargo) Cuauhtémoc Blanco Bravo ocupa los últimos lugares en calificación como gobernador; el deterioro de su imagen tiene que ver con muchos factores, empezando por la inseguridad y la violencia que se desató en la entidad desde antes de que asumiera el cargo, la crisis económica en que está sumido Morelos desde hace varios años y las constantes ausencias del mandatario.

La crisis del Covid-19 es la oportunidad para que el jefe del ejecutivo morelense retome fuerza social y se asuma como un líder en medio de la crisis. La definición de algunas acciones preventivas y el establecimiento de un comité que de manera permanente atienda esta situación fue bueno, pero el gobierno necesita comunicar más, mejor y a cada momento sobre la situación que enfrentamos y las medidas que se toman para evitar una crisis mayor.

Hasta ahora en Morelos hay dos personas contagiadas por el coronavirus, pero esta situación cambiará pronto; la cuarentena que se ha establecido en muchas partes del país y que se ha decretado en la entidad no debe ser entendida por nadie, empezando por el gobernador y sus colaboradores, como un periodo de vacaciones.

Para el gobierno es fundamental que la gente sepa que Cuauhtémoc Blanco está aquí, atento a la situación y trabajando para que las ordenes se cumplan; su equipo de trabajo debe establecer de manera inmediata un plan de medios que informe paso a paso los trabajos que se hacen y las decisiones que se toman, para que la población confíe en su gobierno y vea una cara distinta del jefe del estado.

Insisto: el Covid-19 es la oportunidad que necesita el futbolista para cambiar la mala imagen que hay de él y de su persona, pero para que eso suceda se debe convertir en un líder en medio de la crisis, debe ser un gobernante presente en todo momento y cuidadoso de sus expresiones. La comunicación en este momento es vital para todos, principalmente para el gobierno del estado.

Hay que entender que muchas personas no han dimensionado lo que va a provocar la pandemia y siguen sin vislumbrar la gravedad de la situación; según datos proporcionados por la Organización Mundial de Salud, el camino que sigue México en materia de infecciones por el Covid-19 es similar al que vivió España, que hoy se ha convertido en uno de los países más afectados por el coronavirus.

Toda esta información la debe tener el gobernador Cuauhtémoc Blanco y su equipo para entender el reto que enfrenta la humanidad y el estado; México tiene la ventaja de que ya vio lo que sucede en otros países cuando las cosas se toman a la ligera y en Morelos nos ayuda que son muy pocos los casos registrados.

Precisamente por eso es fundamental que el gobierno estatal actúe a tiempo y acompañe sus acciones con una buena estrategia de comunicación. Hacer un buen trabajo en este tema no solo puede ayudar a salvar vidas humanas, también, por el hecho de hacer lo correcto, ayudaría al mandatario a salir del hoyo social y político en el que se encuentra.

El virus del Covid-19 está acabando rápidamente con la popularidad del presidente y ya le arrebató el respaldo de la mayoría de los mexicanos; Andrés Manuel López Obrador ha equivocado el camino, tomó las cosas a la ligera y suple su ignorancia con ocurrencias que en medio de esta vorágine en lugar de hacer reír provocan enfado.

Cuauhtémoc Blanco tiene que hacer lo opuesto, necesita actuar con seriedad, debe tomar decisiones oportunas basadas en información real y necesita comunicar muy bien las cosas. El blindaje que pudiera lograr el gobernador de Morelos si hace lo correcto en esta crisis, le ayudará a librar las amenazas de destitución, sobre todo ahora que uno de sus colaboradores más cercanos es investigado por Santiago Nieto y la Unidad de Inteligencia Financiera.

El coronavirus ya afectó la salud de millones de personas en todo el mundo, ha provocado la muerte de miles y colapsó la economía mundial.

En un momento tan complejo para la humanidad, en un estado pequeño como Morelos su gobernador puede sacar ventaja de la pandemia, pero para ello es fundamental que actúe bien y comunique mejor.

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Digámoslo de otra manera, para que se entienda:

El gobernador de Morelos puede no estar en actos públicos, pero eso no significa que se debe ausentar; su imagen y su voz se deben escuchar todos los días para que la ciudadanía sepa que hay alguien preocupado y ocupado de la situación.

En un momento como este no basta la presencia del secretario de gobierno; por razones obvias se requiere al gobernador, porque es la autoridad máxima del estado y quien toma la última decisión en todas las cosas.

Es evidente que en Morelos tenemos hoy a la clase política menos informada de toda la historia y muy probablemente de todo el país; la mayoría de nuestros gobernantes, servidores públicos y representantes populares no leen periódicos, no escuchan ni ven noticieros y como consecuencia son figuras torpes, ignorantes, alejadas de la realidad y profundamente desinformadas.

Frente a ellos está una sociedad morelense muy politizada, que se informa de muchas maneras, que lee, escucha, comenta y se forma criterios más allá de la verdad oficial, por ello el acelerado desgaste de nuestras autoridades. La información que les falta a los gobernantes les sobra a los ciudadanos.

La falta de lectura de nuestra clase política tiene consecuencias que están a la vista: prácticamente todos los gobiernos están muy mal calificados y los políticos que en unos meses buscarán ser reelectos, tiene muy bajas posibilidades de hacerlo, porque no se han preocupado en comunicar bien sus acciones, ni de informarse todos los días de lo que acontece a su alrededor.

La cuarentena a la que se ha llamado desde todos los espacios oficiales no es fácil de seguir por la mayoría de los ciudadanos, porque su economía no les permite dejar de trabajar; ausentarse de las labores es un acto de responsabilidad para evitar la propagación del virus, pero es una medida imposible de seguir por la mayoría, porque si no trabajan, no comen.

Precisamente por eso es necesario que se vea al gobernador Cuauhtémoc Blanco y se sienta su lado humano; en Morelos la crisis sanitaria aún no llega y las consecuencias del coronavirus ya tiene al borde de la quiebra a cientos de negocios.

La pandemia del Covid-19 no solo es sanitaria, también es económica y eso debe ser observado a nivel local por los gobernantes.

El reto es tomar buenas decisiones, llevarlas a cabo con oportunidad y comunicarlas de manera adecuada. La vida como el fútbol da revanchas; hoy a Cuauhtémoc Blanco se le presenta la oportunidad de revertir el desgaste que ha sufrido y mostrar que también puede ser un líder fuera de la cancha.

nota

Al momento de escribir esta columna las autoridades de salud confirmaban los primeros dos casos de coronavirus en Morelos; de 14 personas sospechosas, 2 dieron positivo y dos más siguen en proceso de análisis.

Era cuestión de tiempo para que esto ocurriera, en medio de cuatro estados contagiados y con un elevado porcentaje de población que acude todos los días a la Ciudad de México, es obvio que en algún momento la situación iba a cambiar.

La clave ahora es ver la reacción de las autoridades, pero sobre todo la de los ciudadanos que aún no toman en serio el tema.

post it

Parece chiste, pero no lo es. La pobreza política de nuesro estado y la mediocridad de la mayoría de nuestros representantes populares alienta a políticos viejos que en el pasado reciente dejaron el cargo en medio de abucheos.

Es el caso de Francisco Moreno Merino, ese pequeño priísta que, dicen, robó en grande en el congreso y de principio a fin fue considerado un legislador de Graco Ramírez. Ayer por la mañana el sujeto se apersonó afuera del Palacio de Gobierno y concedió una entrevista en la que criticó a los diputados actuales y a los nuevos gobernantes, al tiempo de afirmar que buscará la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca.

Imaginemos que tan mal están las cosas en Morelos que este tipo de personajes suponen que pueden regresar al poder.

redes sociales

No todo lo que se publica en las redes sociales es cierto. Insisto: chequen bien la fuente para no caer en confusiones.

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