Día 2: Escuchando a López Obrador
Desde hace algunas semanas, los equipos de las secretarías de Hacienda, Economía y otros actores económicos han estado discutiendo medidas extraordinarias para enfrentar lo que, bien saben, será una crisis económica.
En su pensamiento está 2009, que gracias a la crisis mundial de 2008 —aquí, un catarrito— y después la AH1N1, la economía se desplomó más de cinco puntos.
Su preocupación se concentra en los efectos que la crisis tendrá en el empleo y el aumento de la pobreza. En 2008-2009, aumentó en más de 3 millones de mexicanos la pobreza medida por Coneval. Entre octubre de 2008 y junio de 2009 se perdieron poco menos de 700 mil empleos formales. NO formales fueron más.
En esa mesa de trabajo se han puesto todas las opciones posibles, se han detallado técnicamente, muchas en línea (adaptadas a México) con lo que han hecho en los últimos días países como Francia o Estados Unidos.
Bien.
Ayer en la mañanera, el presidente López Obrador anunció que por el voto de 27 mil personas (4 por ciento del padrón en Mexicali) se cancelará una inversión de mil 500 millones de dólares.
Dijo que como ayuda por la crisis estaba el adelanto de la beca a los adultos mayores y la ampliación del programa tandas del bienestar. Y agregó: “Ya nada de rescates al estilo del periodo neoliberal, que les daban a los bancos, a las grandes empresas. No, que ni estén pensando en que van a haber condonaciones de impuestos u otros mecanismos que se usaban antes”.
Después, el señor que se dice a sí mismo “Lord Molécula” le preguntó:
—¿Se prevé tomar mayor deuda en forma responsable para poder mitigar el impacto del Covid-19? No, contestó el Presidente.
—Debido a la epidemia del Covid, ¿se suspenden las obras de su proyecto Dos Bocas, Aeropuerto y Tren Maya? No.
Quiero pensar que en el gabinete económico escucharon al presidente López Obrador, quien ha pintado claramente la raya.
Termino con una idea que me robo de un texto a Jorge Andrés Castañeda: en las crisis de 2001 y 2009 los gobiernos de Fox y Calderón le tuvieron miedo a Keynes a pesar de que sus contrapartes en Estados Unidos impulsaron en ambas crisis proyectos de expansión del gasto público. Veremos si este gobierno, que se dice de izquierda, se permite repetir ese miedo.
@puigcarlos