Graco: tour de medios ¿con cargo al pueblo?
En su estrategia engañabobos de promover su supuesta candidatura presidencial o de lo que sea con tal de que signifique el anhelado fuero que es sinónimo de impunidad, el desgobernador Graco Ramírez ha emprendido un tour de medios -¿con cargo al erario público?- para hacerse entrevistar en medios nacionales en los que, entre otros, José Cárdenas, Javier Solórzano y Joaquín López-Dóriga le han concedido espacios que en la radio no cuestan tres pesos para hablar del paraíso terrenal que es Morelos, sin contrastar sus afirmaciones con otras opiniones ni cuestionarlo -como suelen hacer con otros actores políticos- ni abordar a fondo la problemática real que padece la entidad, convirtiendo sus intrascendentes tertulias en un anecdotario distorsionado que a nadie interesa.
Pero es importante ponderarlo porque:
1.- Jamás Graco ha hablado de cómo su administración ha revertido la dependencia económica que en casi el 98 por ciento del presupuesto tiene con el Gobierno de la República. Los ingresos propios son nimios, y jamás hemos visto una estrategia para lograr la autosuficiencia financiera, o por lo menos para revertir esa tendencia, con resultados tangibles.
2.- Habiendo cosas más importantes que abordar que las tertulias de lucimiento personal, bien pudo reflexionar en esos espacios “gratuitos” que le “regalaron” en noticieros nacionales en torno a lo que hará su gobierno para asimilar el impacto que para los morelenses representará el nuevo recorte presupuestal de la Secretaría de Hacienda, que fundamentalmente afectará a la educación y la salud.
3.- Bien pudo, también, ahondar en torno a que en el paraíso que es Morelos nos quedamos sin Eva, por la creciente ola de feminicidios y la desatención de su gobierno en torno al problema, a pesar del estado de alerta de género en que están considerados más de una decena de municipios, ni la desatención al tema que se le reclama tanto aquí, como entre los organismos nacionales.
4.- Tampoco se le ha cuestionado –a él personalmente por sus implicaciones- en torno a la incapacidad de su gobierno para poner en marcha nuevos sistemas de verificación de vehículos automotores, cuestión por la que pagarán los pulmones no sólo de los morelenses, sino los de la “Megalópolis”.
4.- El desgobernador, que dice que no paga para que le aplaudan como focas (sic), bien pudo hablar de cómo sus compromisos de campaña se han cumplido, particularmente los que se refieren, primero, a solucionar los problemas de inseguridad en 18 meses y que a la postre lo han llevado a reconocer su impotencia ante el problema y solicitar el auxilio federal y, segundo, el de promover una consulta pública a mitad de su mandato para que la sociedad definiera si continuaba en el cargo.
5.- Puesto que su supuesta intención es convertirse en candidato presidencial de lo que queda de un agonizante PRD o de algún ingenuo, al desgober, supuestamente de izquierda, nadie ha escuchado ninguna crítica a fondo contra gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto en torno a los nuevos gasolinazos, al incremento en las tarifas de gas y energía eléctrica y sus repercusiones en toda la economía nacional, que sufre de la devaluación que elegantemente llaman “depreciación” de nuestra moneda.
6.- Tampoco ha promovido debates con el resto de los que aspiran a ser candidatos presidenciales, especialmente con Andrés Manuel López Obrador, o ya de perdida con el puntero –que peor es nada- dentro del partido del sol azteca, Miguel Ángel Mancera, al que siete de cada diez capitalinos rechazan. Vamos, el que se dice capaz de unir al PRD y al PAN y sacrificarse con la candidatura presidencial, debía al menos primero tratar de rescatar a las tribus de esa selva de ambiciones personales e intereses de grupo. Por cierto y acaso únicamente por sano morbo: ¿a qué tribu pertenece el desgobernador de Morelos?
Nadie cuestiona los sueños de conquistar el mundo, al estilo “Mi villano favorito”, un tal Carlitos Salinas de Gortari, del desgobernador de Morelos, sobre todo porque los espacios en medios nacionales para el lucimiento personal seguramente se los regalaron o los pagó de su bolsillo.
Simplemente es cuestión de tiempo para que Graco anuncie recortes presupuestales porque la Federación cerrará la llave a las entidades federativas, con cargo al deterioro de la ya de por sí depauperada economía de los que menos tienen.
Y, para variar, se trata de un grave problema que el desgobernador no ha explicado cómo enfrentará, ni a nivel local, y mucho menos en los espacios nacionales que le regalan sólo por su carisma.