Los cierres y paros de actividad como medidas de contención por el coronavirus afectarán a 30 por ciento del PIB nacional a precios constantes, de acuerdo con el organismo.
México está entre los países del G-20 con el mayor impacto potencial a su economía debido a los cierres y paros de actividad como medidas de contención por COVID-19.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que el impacto inicial en México por los paros parciales o totales en los diversos sectores productivos es de 30 por ciento del PIB a precios constantes; el tercero más alto después de Japón y Grecia que son de 31 y 34 por ciento, respectivamente.
“Muchos países en los que el turismo es relativamente importante podrían verse afectados más severamente por el freno y las limitaciones en los viajes”, indicó el organismo en un análisis inicial sobre el impacto en la actividad económica por las medidas de contención del COVID-19 entre los países del G20.
Agregó que los países con sectores agrícolas y mineros relativamente importantes, incluida la producción de petróleo, pueden experimentar efectos iniciales más pequeños de las medidas de contención, aunque la producción se verá afectada posteriormente por una menor demanda mundial de productos básicos.
Detalló que en todas las economías, la mayor parte del impacto proviene del efecto en la producción en el comercio minorista y mayorista, los servicios profesionales e inmobiliarios. Pero hay diferencias notables entre los países en algunos sectores como el cierre de la fabricación de transporte en Japón o la disminución de actividades turísticas y de ocio en Italia.
“El efecto del impacto de los cierres de negocios podría resultar en reducciones desde 15 por ciento o más en el nivel de producción en las economías avanzadas y las principales economías de mercados emergentes después de la implementación completa de medidas de confinamiento”, indicó al exponer que Irlanda es el país en donde el impacto es menor, del 15 por ciento y el mayor es de 34 por ciento en Grecia.
De acuerdo con la OCDE, en China, el impacto adverso máximo en la producción ya ha pasado, y ahora se han aliviado algunas medidas de cierre.
Cuesta 2 puntos del PIB cada mes
El impacto de los paros en la actividad industrial y de servicios debilitará sustancialmente las perspectivas de crecimiento a corto plazo en las principales economías.
El 'golpe' será equivalente a una disminución en el crecimiento anual del PIB de hasta 2 puntos porcentuales por cada mes que continúan las estrictas medidas de contención, estimó el organismo.
“El confinamiento afectará directamente a sectores que representan hasta un tercio del PIB en las principales economías. Por cada mes de contención, habrá una pérdida de 2 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB. El sector del turismo, por sí solo, se enfrenta a una disminución de hasta el 70 por ciento en su actividad”, señaló Ángel Gurría, secretario general del organismo en su declaración en la cumbre del G20 celebrada en videoconferencia el jueves.
“Esto es inevitable, ya que tenemos que seguir luchando contra la pandemia, pero al mismo tiempo hemos de enfocar nuestros esfuerzos para poder restaurar la normalidad económica lo más rápido posible”, expuso.
En su análisis, la OCDE subraya aún más la necesidad de actuar con mayor firmeza para amortiguar el golpe.
“Con una respuesta más coordinada de los gobiernos para lanzar una tabla de salvación a las personas y al sector privado, que resurgirá muy debilitado cuando la crisis sanitaria haya pasado", apuntó el funcionario.
En el reporte “Evaluando el impacto inicial de las medidas de contención por COVID-19 en la actividad económica”, preparado para la reunión extraordinaria del G20 y publicado el viernes, la OCDE advierte sobre el impacto directo inicial de los cierres obligados en la actividad económica que podrían significar una disminución en el nivel de producción de entre una cuarta o quinta parte en muchas economías, y el gasto de los consumidores podría caer alrededor de un tercio.
“Los cambios de esta magnitud superarían con creces cualquier cosa experimentada durante la crisis financiera mundial en 2008-09. Esta estimación general solo cubre el impacto directo inicial en los sectores involucrados y no tiene en cuenta ningún impacto indirecto adicional que pueda surgir”, señala el documento.
El organismo indicó que las implicaciones para el crecimiento anual del PIB dependerán de muchos factores, incluida la magnitud y la duración de los cierres o paros nacionales, el alcance de la reducción de la demanda de bienes y servicios en otras partes de la economía y la velocidad a la que surte efecto un importante apoyo de política fiscal y monetaria.
Son cinco frentes hacia donde la ayuda debe fluir según la OCDE: personas y trabajadores; empresas, en particular, pymes; la macroeconomía con la movilización de los tres instrumentos políticos (monetario, fiscal y estructural); el comercio con la eliminación de restricciones comerciales, sobre todo a las importaciones de los suministros médicos que tanto se necesitan y el apoyo a los países en desarrollo y de ingresos bajos, tal como ha sido el llamado del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.