1. La efectividad personalizada. Hay un funcionario a quien todo le sale bien y, por lo mismo, su rango de acción se extiende a diversos escenarios. Es Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, quien se ha convertido en el bateador emergente del Presidente. El canciller anunció ayer el plan Todos Juntos Contra el COVID-19. Histórico, por cierto. Que hay que destrabar el T-MEC por amenazas de aranceles, Ebrard lo destraba; que hay que comprar máscaras y respiradores, lo negocia; que hay que repatriar a mexicanos por la pandemia, lo hace todos los días. No hay tema que se le escape. Su más reciente éxito no es cosa menor, coordinó el acuerdo con hospitales privados en un acto de solidaridad nunca visto. Tema en el que colabora sale bien librado. Nótese: no todos cumplen con ese perfil.
2. Pasado de listo. Mientras México enfrenta la pandemia de y los funcionarios de gobierno ponen todo su empeño en que la estrategia funcione, Napoleón Gómez Urrutia sólo piensa en la manera de llevar agua a su molino. El controvertido senador de Morena propuso otorgar un seguro de desempleo, pero no explicó quién lo pagaría y, por si fuera poco, afirmó que la creciente pérdida de empleos se registra en las empresas del outsourcing, justo el tema que busca regular a su modo, cuando las estadísticas oficiales señalan que el desempleo le pega a todas las industrias por igual. Se quiere pasar de listo a mitad de la crisis, pero disparates de ese tamaño sólo viven en su imaginación, pues no representan los postulados de la 4T. Yerra una vez más. No se cansa. Mejor que confiese, ¿qué intereses lo mueven en realidad?
3. El agua en su cauce. Sólo para remarcar la importancia de los acuerdos obtenidos por Rocío Nahle, la secretaria de Energía, baste decir que el mismísimo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció a Andrés Manuel López Obrador, primer mandatario de México, “quien se ha vuelto mi amigo, quien demostró tremenda inteligencia” por el acuerdo para reducir la producción de petróleo en la reunión de la OPEP. Desde la Casa Blanca, Trump expuso como un logro el papel de EU durante la negociación “para cerrar un acuerdo histórico entre 23 países” sobre reducir la producción de crudo en 9.7 millones de barriles diarios. De aquel viejo discurso de odio hacia México nada queda. La relación bilateral, como en sus mejores tiempos. Las aguas vuelven a su cauce.
4. Confinamiento extremo. Agazapado poco consigue el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco. Médicos y profesionistas protestaron por el asesinato de tres doctores en Tilzapotla, el pasado viernes 10 de abril. Los manifestantes exigieron al exfutbolista que deje el cargo, porque desde que se declaró la emergencia está ausente. Reveló Omar Cerezo, asesor del Colegio de Cirujanos: “Bueno, de hecho los asesinatos tienen un responsable y ése se llama Cuauhtémoc Blanco, su responsabilidad es por omisión y la omisión es una causal de juicio político en Morelos, si el gobernador va a seguir siendo omiso se va a tener que ir por la vía jurídica”. El Quédate en casa se lo tomó tan en serio que desapareció. El abandono de la silla gubernamental es otro más de sus errores políticos. Y es obvio, él no es un político.
5. A lo que te truje. La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, carece de facultades para instruir un recorte de gasto a dependencias, advirtieron diputados. El coordinador de MC, Tonatiuh Bravo, alertó que el gobierno evade aplicar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para que la Cámara de Diputados no intervenga en reasignaciones del presupuesto ante la caída en la recaudación federal. Aseguró que al firmar la circular que ordena a las dependencias reducir sus recursos al 50% en las partidas de servicios generales y gastos de operación, Sandoval se pasó por alto al titular de Hacienda, Arturo Herrera. La funcionaria mejor debería preocuparse por solventar las investigaciones que le han llegado y que, cuentan, han ido a parar a algún cajón de su oficina. ¿A quiénes defiende?