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TEMPLO MAYOR

LA BUENA NOTICIA es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador contrató a un grupo de hospitales privados para que atiendan a pacientes que el desbordado sector público no tenga capacidad de recibir.

LA MALA NOTICIA es que eso ya existía: se llamaba Seguro Popular y subrogaba diversos tratamientos a instituciones particulares, pero todo eso fue desmantelado para darle gusto a Palacio Nacional con la creación del Insabi. ¡Vaya logro!

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HAY QUE mantener la mirada puesta en Tijuana, pues todo indica que la crisis que están viviendo allá con el coronavirus es un adelanto de lo que le espera al resto del país.

NO ES casualidad que desde esa ciudad comenzó a darse la voz de alerta -hace un par de semanas- de lo que hoy es una realidad: los contagiados por Covid-19 estaban siendo ocultados como pacientes de neumonía atípica. Y ahora están en la etapa del aumento de contagios entre el personal hospitalario por falta de pruebas de diagnósticos y de equipos de protección.

LA DONACIÓN que hizo el propio alcalde tijuanense, Arturo González, deja ver que la cosa está grave, pues de su bolsillo tuvo que poner dos millones de pesos en equipo. Se trata de algo así como 400 mil guantes y más de 40 mil cubrebocas tricapa que fueron entregados al Hospital General.

Y ES QUE por más que las autoridades sanitarias se empeñan en afirmar que todo está bajo control, la realidad insiste en contradecir los discursos. Tan es así que el gobernador Jaime Bonilla, sin mucho tacto pero con harta claridad, retrató el infierno que está pasando el personal médico.

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AL PRESIDENTE le acaban de poner el balón nomás para chutarlo: hoy que urge unidad y no polarización, un grupo de intelectuales le está proponiendo a AMLO un acuerdo nacional.

Tres puntos clave: enfocar todos los recursos al personal de salud, en eso no puede haber austeridad; en lugar de buenos contra malos, hacer una pinza Estado- empresarios para evitar que se dispare el desempleo; y un plan que incluya a todos, no sólo a los escogidos por el Presidente.

LA PETICIÓN la firman varios de los que han sido sus críticos y hoy le tienden una mano, como Agustín Basave, José Ramón Cossío, Denise Dresser, Salomón Chertorivski, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Julio Frenk, Kenia López Rabadán, Enrique Krauze,María Marván y más de 5 mil personas que, hasta anoche, se habían sumado a la petición hecha a través de change.org.

A ver si el mandatario no les aplica la salinista “ni los veo, ni los oigo”.

Ámbito: 
Nacional