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Degrada Moody’s la calificación de la deuda del Estado mexicano

Recorta Moody’s calificación a deuda; incertidumbre por decisiones políticas

Una "persistente incertidumbre" en torno a las políticas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la forma en que desde la administración federal se enfrentan "los desafíos económicos" del país y la sostenibilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) fueron los argumentos que esgrimió Moody’s para degradar este viernes la calificación de la deuda emitida por el Estado mexicano.

Con esta acción Moody’s se convirtió en la tercera agencia internacional que, en tres semanas, reduce la calificación de la deuda con que se financia el gobierno federal. En la práctica, a menor calificación es mayor el costo de obtener recursos en los mercados financieros.

La calificación de la deuda, tanto en moneda nacional como extranjera del gobierno mexicano, pasó de A3 a Baa1, todavía con el llamado "grado de inversión", según la escala de Moody’s. La perspectiva se mantiene "negativa", lo cual indica una probable baja en la próxima revisión.

En la argumentación para recortar la nota de solvencia de la deuda mexicana expuso que decisiones de política económica y mensajes encontrados de la administración federal actual "han afectado de manera fundamental el clima de negocios y, probablemente, continuarán impactando la inversión privada en los años próximos, así como la perspectiva de crecimiento a mediano plazo".

Enlistó: "La primera decisión de política fue la cancelación del aeropuerto en la Ciudad de México en octubre de 2018, determinación política que desestimó las claras señales sobre las ramificaciones económicas negativas. Asimismo, la falta de claridad sobre el rol de la inversión privada en el sector de la electricidad merma las oportunidades de inversión en proyectos de energía renovable y gas natural, siendo que el gobierno sigue aún sin definir una agenda. Más recientemente la cancelación por el gobierno de un proyecto grande de una planta cervecera (la de Constellation Brands, en Baja California), que ya estaba en construcción, vino a dar un fuerte golpe a la confianza de los inversionistas".

En 2020, añadió, la pandemia global causará una importante disrupción en la economía a través de canales externos y domésticos. Moody’s espera una profunda contracción económica en el segundo trimestre del año, ante la interrupción de los canales de distribución, una fuerte disminución de la demanda externa proveniente de Estados Unidos y el impacto en la demanda interna de medidas de distanciamiento social asociadas con la cuarentena. Las exportaciones manufactureras y el turismo de México se verán particularmente afectados, opinó.

“Si bien hay una considerable incertidumbre sobre la duración y severidad del choque del nuevo coronavirus, Moody’s espera que la economía comience a recuperarse de manera gradual en la segunda mitad del año. Hasta ahora la respuesta del gobierno está apoyando de manera limitada la liquidez y los ingresos de negocios y familias, por lo que sólo está contribuyendo a mitigar de manera reducida la severidad del choque. Las medidas anunciadas hasta ahora para atender el encontronazo de la pandemia no son amplias ni en alcance ni en magnitud, representando menos de 1 por ciento del producto interno bruto”, alrededor de 250 mil millones de pesos.

En las pasadas tres semanas otras agencias internacionales han tomado acciones similares. Primero, Standard and Poor’s bajó la calificación de la deuda soberana de México de BBB+ a BBB, con perspectiva "negativa". Luego, Fitch la modificó a BBB- con perspectiva "estable". La mexicana HR Ratings redujo, el primero de abril, la calificación de la deuda soberana de HR A- a HR BBB+ con perspectiva "negativa".

También disminuyen a la petrolera

Este mismo viernes Moody’s y Fitch, otra agencia calificadora, disminuyeron la nota de solvencia de la deuda emitida por Pemex.

La calificación pasó de BB a BB-, resultado del deterioro de su perfil crediticio en medio de la crisis en la industria del petróleo y el gas, y las expectativas de precios bajos del crudo hacia adelante, según Fitch.

La calificadora consideró que Pemex cuenta con flexibilidad limitada para afrontar los retos de la industria, dada la elevada carga fiscal sobre sus ingresos, los altos niveles de deuda, los crecientes costos de extracción de crudo y la alta necesidad de inversión para mantener la producción y reponer reservas. A Fitch le preocupa también un deterioro en el compromiso del gobierno para garantizar la deuda de la petrolera, dados los propios problemas fiscales en la posición del país.

En concordancia con la baja en la nota de la deuda gubernamental, Moody’s redujo la calificación de las obligaciones a cargo de Pemex. En este caso, la firma expuso que su decisión fue reflejo de la reducción de la nota de México y su perspectiva negativa dada la importancia crítica de la fortaleza financiera y el respaldo del gobierno en la evaluación del riesgo crediticio de Pemex, comentó Nymia Almeida, vicepresidenta sénior de Moody’s.

"Las acciones tomaron en consideración nuestras expectativas para un periodo prolongado de flujo de caja libre negativo y la necesidad de financiamiento externo, a pesar de los esfuerzos de la compañía por ajustar los costos y las inversiones a los bajos precios del petróleo", añadió.

Con la baja de Moody’s Pemex pierde el "grado de inversión", lo cual impide a una buena cantidad de fondos internacionales mantener deuda de la empresa y se verán en la necesidad de deshacerse de tales activos, escribió Alexis Milo Caraza, economista de HSBC México, en su cuenta de Twitter

Sigue demanda de bonos mexicanos, dice la SHCP

Una vez conocida la decisión de Moody’s, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sostuvo que la baja en la calificación soberana del país forma parte de acciones similares que las agencias de valuación de riesgo han tomado desde principios de marzo. De entonces a la fecha se han dado 65 acciones de reducción de calificación en el mundo, aseguró la dependencia.

Destacó que aun con la baja en la calificación por cuatro agencias, una mexicana y tres extranjeras, México mantiene el "grado de inversión".

"Esto permite que el gobierno de México continúe teniendo un amplio acceso al financiamiento en los mercados nacionales e internacionales de capital en condiciones favorables de plazo y tasa de interés."

Según la SHCP, los inversionistas nacionales y extranjeros mantienen una fuerte demanda de instrumentos de deuda gubernamental en todos sus plazos y modalidades.

"En sus evaluaciones, las agencias calificadoras reiteran que el país cuenta con un historial de política fiscal altamente creíble y prudente, reflejo de un fuerte compromiso con la estabilidad macroeconómica y la solidez institucional. Asimismo, señalan que el compromiso del gobierno de México con las finanzas públicas responsables ha sido factor positivo para contener los desequilibrios macroeconómicos", agregó.

Hacienda sostuvo que los fundamentos institucionales y económicos del país son sólidos y el gobierno de México despliega una estrategia –que no detalló– para mitigar los efectos de salud y económicos del Covid-19, la cual respaldará la recuperación económica dentro de un marco de prudencia fiscal.

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Nacional
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