Téllez mete la mano a la Bolsa
Mañana se definirá el rumbo de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), tras el sorpresivo fallecimiento de Jaime Ruiz Sacristán a consecuencia del coronavirus. Y es que habrá consejo de administración del grupo.
Desde la semana pasada le he reportado el inusual movimiento que el nombramiento del nuevo presidente ha despertado. Muchos nombres suenan, unos autopromovidos y otros empujados por intereses.
Van desde el ex presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jonathan Davis, hasta el ex gobernador del Banco de México y secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez.
En medio, el ex director del Mercado Mexicano de Derivados de la BMV, Jorge Alegría, y el presidente de la Asociación Mexicana de Intermediarios Financieros (AMIB), Álvaro García Pimentel.
Asimismo, el presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro, Bernardo González, y el ex presidente de BBVA-Bancomer, Luis Robles Miaja.
Sin embargo, dos sobresalen: Marcos Martínez y Guillermo Prieto. El primero actualmente presidente ejecutivo de Santander y el otro presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
El principal promotor de Martínez es Luis Téllez, el ex presidente de la BMV, quien a estas alturas sigue teniendo una fuerte influencia. De hecho fue en buena parte él quien le allanó el camino a Ruiz Sacristán.
Tras su presionada salida en 2014, el ex secretario de Comunicaciones de Felipe Calderón operó con GBM, Inbursa, Santander, BBVA-Bancomer y Citibanamex para que Ruiz llegara a la presidencia.
Parece que el fideicomiso de control de la BMV, donde Carlos Slim, Antonio del Valle Ruiz, Roberto Hernández, Alfredo Harp y Alonso de Garay son escuchados, acomoda ya las piezas para repetir la historia.
En el consejo de mañana se votarán nuevos consejeros independientes que dejan el ex director de administración de Banamex Alberto Navarro y el dueño de Kimberly-Clark Claudio X. González.
Al primero lo releva Clemente Reyes Retana, consejero suplente, y al segundo ni más ni menos que Tania Ortiz, la actual directora de IEnova, que preside Carlos Ruiz Sacristán, hermano de Jaime.
Ortiz se va convertir en la segunda mujer que llega al consejo de la Bolsa, atrás de Blanca Treviño, de Softtek. Pero su arribo no puede entenderse sin ver otra vez atrás la mano de Téllez.
Téllez trajo a México a Sempra, la controladora de IEnova, que catapultó a Ruiz Sacristán y a Ortiz. Además, es socio de Marcos Martínez en Shemental, proveedora de Pemex, que ahora lleva Octavio Romero.
La pelea se pone más interesante porque trascendió que desde la 4T buscaron a Prieto, quien fue 8 años director de la BMV y que tras hacerla una empresa pública, el fideicomiso le dio las gracias y nombró a Téllez.
A Prieto le tocaron las crisis de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la hipotecaria y financiera de 2008 y la del virus H1N1 en 2009. Antes había sido vicepresidente de la CNBV y presidente de Consar.
Quien llegue a la presidencia de la BMV va a tener un reto fenomenal. El más desafiante será tender vínculos con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Arturo Herrera, su secretario de Hacienda, lo decidirá.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ahora cerró acuerdos con Telmex de Carlos Slim, Izzi de Emilio Azcárraga, TotalPlay de Ricardo Salinas y Megacable de Enrique Yamuni. En el contexto de la emergencia sanitaria se convino con operadores de telefonía fija que durante 30 días se permitan llamadas entrantes y salientes sin costo sólo a números de emergencia, además de capacidad para usar el Internet con hasta dos megas de velocidad, sin incluir ni video ni videojuegos. El organismo a cargo de Adolfo Cuevas sigue marcando la pauta a los reguladores de América Latina y está construyendo con consensos. Ahora lo que falta es que convenza a la SHCP de que reduzca algo de la carga fiscal a los usuarios al exentar temporalmente a cada abonado de los servicios de telecomunicaciones el IEPS de 3%. Un descuento a cada usuario sería de gran alivio en estos tiempos. Como sea, el pleno del IFT está haciendo una buena labor con la industria en beneficio de los clientes más necesitados, un diálogo que ha impresionado a una SCT que se ha quedado al margen, y desde luego un Congreso de la Unión igualmente rebasado.
YA SE SUPO quién entró a capitalizar al Banco Accendo, éste que ahora encabeza Francisco Javier Reyes de la Campa. Se trata del grupo Toka, de Hugo y Eduardo Villanueva. Los tapatíos ya hicieron una primera aportación de 100 millones de pesos y están por aplicar otros 350 millones. Van a fusionar su negocio de vales, que agregará una cartera de 5 mil clientes con un flujo de 20 mil millones de pesos. A cambio van a asumir el 33% del banco, que cambiará el nombre a Banco Toka. La operación ya cuenta con el aval de la CNBV, que preside Juan Pablo Graf. Habrá que ver si la transacción no la tira Moisés Cosío Espinosa, el socio de Reyes que lo tiene demandado y con supuestamente medidas cautelares.
POR MÁS QUE se avizora una crisis, ni Volaris ni Viva Aerobús tienen planeado regresar aviones a Airbus. Las aerolíneas que comandan respectivamente Enrique Beltranena y Roberto Alcántara sí entraron en negociaciones con el fabricante que preside Guillaume Faury para recalendarizar nuevas entregas. Por ejemplo, la primera difirió este año escalonadamente 90 días la recepción de 5 aviones y la segunda lo mismo solo que para 6 equipos. Volaris tiene estacionados 47 de 82 que posee y Viva Aerobús bajó 26 de una flota total de 37.
INTERJET CONTRATÓ A la afamada consultora McKinsey para que le asista en su reestructuración. En medio de la pandemia la aerolínea de Miguel Alemán Magnani se mueve más en el ámbito de sus arrendadores, con los que pactó de inicio bajar 46 aparatos. La firma que preside Dominic Barton posee un área robusta en materia de asesoría al sector de la aviación. Interjet tiene contratos de arrendamiento con 12 compañías. Apunte a Aircastle, GECAS, Aercap, ACG, Zephyrus Aviation, WCP, Orix Aviation, ICBC, Seraph Aviation, SAM, Macquarie AirFinance y ALC.
CITY EXPRESS ES otra que la está pasando muy mal con la pandemia del coronavirus. El viernes cerró en 6.55 pesos la acción, algo así como 28 centavos de dólar. A finales de febrero sus acciones se compraban en 13.90 pesos. Visto de otra forma, en poquito más de un mes el precio de sus títulos en pesos se desplomaron 53%. La cadena de Luis Barrios posee poco más de 153 hoteles. Su valor ha caído en las últimas 52 semanas poco más de 4 veces en comparación con un año.