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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

La joven mujer le anunció a su galán: "Voy a tener un hijo. Tendremos que casarnos". El tipo se defendió: "Un hijo no es razón suficiente para que un hombre y una mujer se casen". "¡Sí, caborón! -se indignó ella-. ¡Pero nosotros ya tenemos cinco!"... Un pordiosero abordó en la calle a Usurino Matatías, el hombre más avaro y ruin de la comarca. "Perdone, señor -le dijo humildemente-. Desde hace tres días no he comido". Con gesto magnánimo respondió el cutre: "Está usted perdonado"... Don Añilio, señor septuagenario, casó con Pomponona, mujer en flor de edad. Se fueron de luna de miel a un hotel de playa. Al día siguiente de la noche de bodas la camarera llamó a la puerta de la habitación y preguntó discretamente: "¿Se puede?" Desde adentro le contestó don Añilio con voz feble: "Se trata"... A los nueve meses de su matrimonio la joven esposa dio a luz trillizos. Le comentó a una amiga: "Dice el doctor que esto sucede solamente una de cada 100 mil veces". Exclamó la amiga, boquiabierta: "¿En nueve meses lo hicieron 100 mil veces?"... Don Algón, salaz ejecutivo, necesitó una nueva secretaria. Varias aspirantes acudieron a pedir el empleo, y ahí mismo llenaron la solicitud. En el renglón correspondiente a "Sexo" una curvilínea chica puso: "Sí". Don Algón le dio el empleo... Se llevó a cabo en la feria del pueblo el concurso de la marranita encebada. El que lograrla agarrarla se quedaría con ella. Nadie podía asir a la cerdita: estaba profusamente engrasada, y a todos se les escurría de las manos. Un forastero fue el que la agarró. Le preguntó alguien: "¿Cómo le hiciste?" Explicó el fuereño: "Es que juego boliche". (No le entendí)... Esta preciosa niña, Cory, cantaba muy bonito, pero era tímida como una violeta. Cuando su maestra del jardín de niños le pidió que cantara en la fiesta de los abuelitos Cory dijo que no. La profesora habló con los papás de la pequeña. Ellos, para convencerla, le dijeron que si cantaba en el festejo le comprarían un perrito. Cory siempre había anhelado tener un perrito. Accedió entonces a cantar. Su abuelo, que es dueño del don divino de la música, compuso una canción especial para ella, y se la ensayó con la guitarra. El día de la presentación sucedió lo inesperado que todos debieron esperar: minutos antes de su actuación a Cory la invadió el pánico escénico, y le anunció a la maestra que siempre no iba a cantar. "Pero, Cory -adujo la profesora-, tu nombre viene en el programa". "No voy a cantar". "Cory: ya está en el teatro tu abuelito con su guitarra, para acompañarte". "No voy a cantar". "Si no cantas me enojaré contigo". "No voy a cantar". Nerviosa, la maestra hizo llamar a los padres de Cory. "Si no cantas -le dijo su papá- no te compraremos el perrito". "No voy a cantar". "Está bien -suspiró resignada la mamá de Cory-. Entonces ve y dile a tu abuelito que no vas a cantar". Salió la niña al escenario, y ante todo el respetable público, que fijó en ella los ojos, le gritó a su abuelo desde el foro: "¡Abuelito! ¡Se chingó el perrito!" Pues bien: engallada la CNTE y acoquinado el gobierno, en lo que hace a la reforma educativa ya se chingó el perrito... Un maduro caballero llegó a confesarse con el padre Arsilio. Le dijo: "Ando muy cerca ya de los 80. Hace cinco años enviudé, y desde entonces no había tenido trato con mujer. Anoche estuve con una chica de 20, y le hice el amor tres veces seguidas". Le preguntó el buen sacerdote: "¿Cuándo fue la última vez que te confesaste, hijo?" Replicó el provecto señor: "Jamás me he confesado. Soy ateo". "¿Ateo? -se asombró el padre Arsilio-. ¿Y entonces por qué vienes aquí a contarme eso?" Respondió lleno de orgullo el veterano: "¡A todo el mundo se lo estoy contando!"... FIN.

 

Ámbito: 
Nacional
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