CIUDAD DE MÉXICO.-Dos directores destituidos, una aceptación tácita del fracaso, denuncias de corrupción y asedio del crimen organizado indican que ni la 4T puede limpiar Aduanas.
No obstante que el primer director de ese sector, Ricardo Peralta (actual subsecretario de Gobernación), dijo haber despedido a 92 por ciento del personal para limpiar esa administración y que su sucesor, Ricardo Ahued, dijera que investigaba a 39 de 49 directores por corruptos, la situación no cambia.
Incluso ayer, el Presidente López Obrador, al confirmar la dimisión de Ahued a Aduanas, reconoció que esa área es una asignatura pendiente de su Gobierno.
“En el caso de las aduanas viene una limpia porque se han hecho intentos (…) es un monstruo lo de aduanas, de 100 cabezas”, admitió.
Y es que el crimen organizado controla y asedia las aduanas.
Manzanillo, puerto de entrada para miles de precursores químicos como el fentanilo, tuvo entre enero y marzo pasado 95 asesinatos, 21 por ciento más que el año pasado lo que ha convertido al estado de Colima en la entidad con mayor tasa de homicidios en el País por cada 100 mil habitantes.
Los crímenes se vinculan al control de la aduana.
En Nuevo Laredo se han producido 16 homicidios de narcoviolencia. En ese municipio se han documentado las formas de control de los Zetas para distintas importaciones como por ejemplo de textiles.
A principios del sexenio, con Peralta como titular del área fue incorporado como Administrador Central de Investigación Aduanera, Jesús Torres Charles, quien en una anterior encomienda en el Gobierno de Coahuila en 2012 pidió licencia por una investigación de la PGR que vinculó a su hermano con Los Zetas.
Carlos Mendoza, consultor en temas de seguridad, indicó que las Aduanas han sido desde hace varias administraciones un problema para la seguridad del País y que la actual Administración federal tampoco ha podido resolver.
“Es un tema delicado, es un tema al que no se le ha encontrado la fórmula”, dice.
Las armas y municiones que usan los grupos del crimen organizado, señaló, pasan por las aduanas y los altos índices de homicidios y violencia criminal evidencian que estos recintos siguen siendo altamente porosos.