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DÍA CON DÍA

El BID, los empresarios y el Presidente

Irritada y hasta virulenta fue la reacción del Presidente al anuncio de que el Consejo Mexicano de Negocios había pactado con el BID Invest una línea de 12 mil millones de dólares al año para financiar empresas durante la emergencia económica de la emergencia sanitaria.

Hasta 30 mil empresas, según el comunicado del BID y el CMN, podrían beneficiarse de esas líneas de crédito.

¿Cuales empresas? Las que pudieran ser avaladas no por el gobierno de México, sino por sus “empresas ancla”, como proveedores estables, parte de su cadena de producción.

Esas empresas podrían recibir créditos a cuenta de facturaciones de servicios y bienes que no se han pagado, para mantenerse en el mercado como parte de la cadena.

Beneficiarios naturales de un arreglo así serian las empresas de autopartes de la cadena automotriz, donde la “empresa ancla” avala con su confirmación de compra el valor de las facturas de sus proveedores.

Asumiendo que es Hacienda quien debería dar el aval para que estas operaciones se realicen, el Presidente negó ayer esa posibilidad y fue más allá, hasta la vindicación de su condición de jefe político que ha decidido subordinar al poder económico, para no ser solo su “florero”, “como antes”.

Lo cierto es que para el crédito anunciado no es necesario el aval de Hacienda. Se trata de un convenio de financiamiento para particulares del BID Invest (el arma “privada” del BID), donde unas empresas respaldan créditos en favor de otras.

El trato se hace en el BID porque el BID tiene una división, el BID Invest, donde hace negocios con inversionistas de sus países socios, entre ellos México.

México ha aceptado la existencia de ese fondo y participa de sus ganancias, pero no avala sus pérdidas. Podría desde luego volverse contra la operación anunciada, pero no porque esté contrayendo con ella deuda pública. La deuda la contraen los particulares.

La reacción del Presidente, por las razones equivocadas, va en lo que él juzga el camino correcto: subordinar la economía a la política aún si el resultado es, como va siendo, descalabrar la economía

hector.aguilarcamin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional