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DÍA CON DÍA

Opción ante la emergencia

Culmina hoy un ejercicio inédito de deliberación pública frente a la emergencia de México: “Conferencia Nacional para la Recuperación Económica”.

La convocatoria fue hecha por el Consejo Coordinador Empresarial en el ánimo de reunir no solo voces empresariales, sino del conjunto de la sociedad.

Fue planteada para hacer propuestas estratégicas sobre la economía, y sobre las distintas cadenas de crisis y posible destrucción de valor.

La convocatoria ha reunido a una muy notable diversidad de voces públicas: sindicalistas, empresarios, legisladores, gobernadores, expertos, intelectuales, líderes de opinión, funcionarios y ex funcionarios.

Se han ofrecido ahí propuestas de políticas públicas en todos los órdenes: macroeconomía, empleo, finanzas, comercio, cadenas productivas, economía regional, desafíos internacionales.

Quizá el eje de la discusión es de qué tamaño debe ser la intervención del Estado para salir lo mejor librados posible de la crisis que viene.

El eje de esta discusión es, a su vez, si el Estado debe endeudarse o no para evitar mayores daños a la economía, daños que terminarán lesionando su propio proyecto.

La línea que separa las aguas entre la posición actual del gobierno y la de la mayoría de los participantes en estas deliberaciones es que el gobierno debe intervenir a fondo: establecer una política temporal de estímulos fiscales y endeudamiento público para contener la destrucción de empleos, de negocios y de ingresos que antes de la emergencia podían subsistir por sí mismos.

No se trata de que el gobierno suspenda sus programas sociales de alivio a la pobreza. Se trata, en realidad, de que los amplíe temporalmente para empleados y empleadores que necesitan un tanque de oxígeno para respirar bajo el agua mientras pasa la ola.

El énfasis económico de las reflexiones apenas puede exagerarse, pero apenas pueden exagerarse tampoco las urgencias económicas de la emergencia.

La política en la emergencia es más que nunca política económica y economía política.

Lo que asoma tras estas jornadas de deliberación frente a la emergencia es una visión alternativa a la del gobierno para lidiar con la tormenta que viene.

El Presidente parece tomar esto como un desafío más que como una aportación. Creo que se equivoca.

hector.aguilarcamin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional