1. Buenas acciones. El personal de salud que combate sin tregua al COVID-19 en la Ciudad de México por fin sintió alivio, pues desde este lunes dormirá en Los Pinos, ya que les acondicionaron estancias para que no vayan a sus domicilios y no corran el peligro de contagiar a sus seres queridos. Los primeros inquilinos en Los Pinos llegaron y ya descansaron, por fin, sin el pesar de que vayan a infectar a esposas, padres, hermanos o hijos. Ante tal acción, hay que aplaudir al gobierno federal, que se puso las pilas y dio albergue durante esta pandemia a los héroes del sector salud. Así es como se les debe tratar a quienes están en el frente de batalla.
2. Certero. Una vez más la institución que dio la campanada en el combate al crimen es la Unidad de Inteligencia Financiera, comandada por Santiago Nieto, pues este lunes congeló una cuenta, en la cual se recibían depósitos por 300 pesos que pedían defraudadores a personas a cambio recibir recursos o apoyos a nombre del gobierno durante la pandemia de COVID-19 que se sufre en México. Estos vivales se aprovechaban de la necesidad de la gente marginada y estaban haciendo su agosto. Ahora será interesante dar con estos pillos y cerrar la pinza por parte de las autoridades federales de nuestro país. Enhorabuena.
3. Ojalá no los ocupemos. Dos mil quinientos respiradores no fueron entregados al Instituto Mexicano del Seguro Social, que encabeza Zoé Robledo, y se ha dicho que la empresa encargada de realizar el contrato incumplió la entrega de los ventiladores, hoy tan anhelados. Se ha especificado todo el trámite administrativo y sabemos que no es un tema que se encuentre dentro del control del Seguro Social y que se pueda cumplir, y estamos satisfechos con esa limpieza administrativa que hace algunos años no teníamos, pero el problema no termina ahí, son dos mil quinientos respiradores que, si bien no queremos ocupar, tampoco quisiéramos que nos hicieran falta. Hoy, el Seguro Social necesita definir qué hará con el fin de conseguir esos respiradores que son esenciales para no perder vidas.
4. No aflojar. El presidente Andrés Manuel López Obrador se dice y muestra confiado de que pronto acabaremos con la crisis de la pandemia por COVID-19, sin duda alguna es el deseo de todos los mexicanos, ahora bien, no debemos confundir este discurso con una carta abierta a aflojar las medidas de prevención, al contrario, debe servirnos para hacer un compromiso mayor, no con el gobierno, sí con la sociedad de nuestro país, un compromiso a mantenernos en casa mientras sea posible, a guardar la sana distancia y a cuidar de aquellas personas que se encuentran en situación de riesgo por la enfermedad. No paremos, continuemos luchando contra el COVID.
5. Con los dedos en la puerta. No para, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, sigue insistiendo en frenar la discrecionalidad con la que se hacían ajustes al presupuesto por parte de administraciones anteriores, hoy buscando, dicen, hacerlos claros para la ciudadanía. Se supone que esta ley es para atender la emergencia por COVID-19, deberían de darse prisa los diputados, pues, aunque aún no han sido necesarios los recursos, no sea que nos agarren otra vez con los dedos en la puerta y la aprueben cuando ya sea demasiado tarde. Hay que establecer los candados necesarios, por supuesto, para garantizar la constitucionalidad de dicha ley y hacer válida la división de poderes, pero también tenemos que entender que estamos en una emergencia y que los resultados de esta dependerán de qué tan rápido actuemos.