Más de la mitad de los muertos por COVID-19 en México (54%) padecían diabetes u obesidad declarada previamente. Este es el dato inicial del costo clínico de la diabetes y la obesidad, pandemias que sufría el país antes de la llegada del virus.
Un grupo de personas cargando a una mujer para ingresarla al Hospital General Dr. Juan Ramón de la Fuente en la Ciudad de México. EFE
Más de la mitad de los muertos por COVID-19 en México (54%) padecían diabetes u obesidad declarada previamente. Este es el dato inicial del costo clínico de la diabetes y la obesidad, pandemias que sufría el país antes de la llegada del virus.
Los costos humanos en México del COVID-19 comienzan a perfilarse con los datos que se recaban de cada paciente sospechoso de contagio. De acuerdo con un análisis sustentado en esta información oficial realizado por Crónica, los efectos del virus en México tendrán la marca de la gordura y la diabetes, no sólo por las vidas que se perdieron bajo esas condiciones, sino también porque la proliferación de estos padecimientos entre los mexicanos implicó una presión más para los hospitales.
El impacto en la infraestructura hospitalaria que debió enfrentar al virus asesino puede valorarse al considerar que los gordos (sin contar a diabéticos sin obesidad) ocuparon 3 mil 392 camas al presentar síntomas de la enfermedad que sacude al mundo. En este momento hay más de 860 de ellos hospitalizados sin una confirmación de laboratorio en la que se asegure que padecen COVID, pero su estado se deterioró lo suficiente para requerir la hospitalización.
Entre esos pacientes obesos 400 necesitaron un ventilador, algo más del 10 por ciento de los disponibles antes de que el gobierno mexicano comenzara compras apresuradas de estos aparatos. A esos 400 se suman 200 más de diabéticos sin gordura, a los que también se les asignó ventilador. La mitad de esos 600 murieron a pesar de recibir la atención hospitalaria.
La pirámide de edades de los fallecidos será también algo particular en el caso mexicano. Cabe señalar que desde un principio los agrupamientos por edad ofrecidos por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, resultaban demasiado amplios. Al revisar el detalle de los datos se hace más evidente que los diabéticos y personas con obesidad menores de 60 años representan la tercera parte de la mortandad por COVID-19.
En México, un país aún joven, la muerte por COVID-19 está marcando como factor las pandemias previas de obesidad en cualquier rango de edad.
Los datos utilizados corresponden al corte proporcionado por la Secretaría de Salud este martes al mediodía.