Académicos, legisladores y políticos de Oposición coincidieron ayer en que el modelo de la Guardia Nacional fracasó en su intento por contener la violencia, de modo que ahora militares y marinos asumirán esa labor abiertamente.
En medio del repunte de violencia, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó ayer, a través de un decreto, que las Fuerzas Armadas asuman tareas de seguridad pública hasta el 27 de marzo de 2024, año en que concluye su sexenio, de manera complementaria a la Guardia Nacional, creada en 2019.
Así, soldados y marinos podrán ejercer las 12 atribuciones previstas en la Ley de la Guardia Nacional, como restablecer el orden en zonas fronterizas y puentes limítrofes -pudiendo detener a migrantes-, y participar en operativos con autoridades locales.
Colectivos como #SeguridadSinGuerra y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, coincidieron en que el decreto de López Obrador normaliza la estrategia implementada durante el Gobierno de Felipe Calderón.
Para el académico de la UNAM y consultor de seguridad, Carlos Mendoza, el Gobierno federal asumió el tamaño del problema de violencia y la incapacidad de la Guardia Nacional para frenarlo.
"Se cobra conciencia del tamaño del problema y la necesidad de seguirse apoyado en el Ejército", consideró.
Javier Oliva, profesor-investigador de la UNAM, opinó que el decreto evidencia el colapso de las corporaciones locales y precisa lo que en los hechos ya ocurría: la intervención de las Fuerzas Armadas en labores de apoyo a la seguridad.
"Es una decisión importante y que va en consonancia con la gravedad de lo que estamos viviendo en el País", apuntó.
El senador panista Damián Zepeda dijo que la decisión refleja el fracaso de la estrategia de combate al crimen organizado.
"La seguridad del País está fuera de control. Es evidente que el Gobierno no está pudiendo y de plano le está entregando a las Fueras Armadas la seguridad pública", alertó.
Este lunes se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por el que se dispone de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria durante los próximos cinco años, mientras la Guardia Nacional desarrolla estructura, capacidades e implantación territorial.
Según el documento firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la participación del Ejército, Fuerza Aérea y Marina será “regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública a cargo de ésta última”, y no podrá exceder de cinco años contados a partir de este lunes.
Su actuación se “regirá en todo momento por la estricta observancia y respeto a los derechos humanos, en términos del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y observará la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y demás ordenamientos en la materia”.
“Se ordena a la Fuerza Armada permanente a participar de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada subordinada y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública a cargo de ésta última, durante el tiempo en que dicha institución policial desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, sin que dicha participación exceda de cinco años contados a partir de la entrada en vigor del Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Guardia Nacional, publicado el 26 de marzo de 2019, en el Diario Oficial de la Federación”.