¿Quién gana con la pandemia?
Todos perdemos con la pandemia, lo sabemos. Pero… ¿Habrá alguien que gane?
Los efectos sociales, económicos y sanitarios de la pandemia son evidentes, están a la vista y cualquiera los puede observar. La crisis provocada por el coronavirus es enorme y en Morelos aún falta tiempo para poder ver la luz al final del túnel. Empresas, industrias y comercios están sufriendo una grave afectación financiera, lo mismo que miles de empleados y profesionistas independientes cuya economía está severamente mermada a causa de la cuarentena. Desde un ángulo político la pregunta es ¿Alguien gana con la pandemia?
Si respondemos a bote pronto, pensaríamos que en una situación como la que estamos viviendo a nivel mundial nadie gana. Y es cierto: estamos en una crisis global de la cual muy pocos se salvan; las grandes potencias están en jaque, las monedas han perdido su valor y las bolsas de todo el orbe registran pérdidas históricas. El mundo está en recesión por un virus y una guerra petrolera.
Desde el punto de vista social la situación es también grave: el confinamiento obligatorio detonó la violencia intrafamiliar, la violencia de género y ha causado serias afectaciones en la convivencia, incluyendo agresiones al personal de salud; esto sin contar que además provocará que en muchas partes de México, niños y jóvenes no regresen este ciclo escolar a las aulas, porque no es seguro hacerlo.
En cuestión sanitaria el tema es terrorífico: lo primero que debemos reflexionar es que aún no hay cura para el covid-19 y algunos hospitales de México se están saturando rápidamente debido al incremento de pacientes; los enfermos y los muertos se contabilizan por miles, incluyendo a un gran número de trabajadores del sector salud que han sucumbido mientras intentaban salvar la vida de otros.
Este día el presidente de México dará a conocer las fechas en las que el país comenzará a regresar a la normalidad una vez que en la zona metropolitana de México y en otros estados se ha alcanzado el pico de la pandemia y comienza a aplanarse la curva.
El esquema de regreso a la “nueva normalidad” será gradual, por zonas y por sectores, dicen los especialistas, sin que ello implique que todo se reactive en el corto plazo; hasta hoy no existe una vacuna contra el coronavirus y su letalidad en México es más alta que la registrada en otros países, de ahí la imperiosa necesidad de ir muy despacio en la reactivación del país.
Viendo la tendencia, tomando en cuenta lo que ocurre en otras naciones y anticipando lo que de a conocer el presidente Andrés Manuel López Obrador, podemos considerar que en las próximas semanas México va a reactivarse, para enfrentar ahora el desgaste económico que deja la jornada de sana distancia.
Cuando eso suceda se moverán otros aspectos de la vida nacional, como la efervescencia política; el primer día de septiembre inicia oficialmente el proceso electoral y el siguiente año vamos a elegir a nuestros representantes populares en las cámaras (local y federal) y en los ayuntamientos. Cuando superemos la contingencia de covid-19 entraremos de lleno a la fiebre electoral.
Es aquí donde vale la pena preguntarse ¿Alguien gana con la pandemia?
Las autoridades de los tres niveles de gobierno están tratando de superar la crisis sanitaria, cada quien hace lo que puede con sus propios recursos, porque aunque en las mañaneras el presidente habla de coordinación, la realidad es que los gobernadores y los alcaldes de México están peleando solos, sin apoyo, ni respaldo de las autoridades superiores.
Precisamente por eso vemos a tantas figuras que saltan al escenario público tratando de llamar la atención, buscando reflectores y aprovechando la crisis para llevar agua a su molino. A nivel nacional el contrapeso al presidente lo hace el PAN como partido político, un bloque multicolor de senadores en la cámara alta y la Coparmex desde el sector empresarial.
Localmente no hay oposición: los partidos están desdibujados, las cámaras empresariales brillan por su ausencia y salvo algunas expresiones individualmente que surgen de vez en cuando, no hay nadie que contraste la voz oficial.
La pandemia ha hecho salir del ostracismo a figuras que en el pasado reciente tuvieron que retirarse del ámbito público por su mal desempeño en el gobierno o en el congreso; personajes de varios partidos (o sin él) intentan tímidamente resurgir a través de sus cuentas de redes sociales, cuestionando el actuar institucional, hablando de moralidad y dando clases de eficiencia en medio de la crisis.
Por ahí andan asomándose Matías Nazario, Francisco Santillán, Javier López, Matías Quiroz, Javier Bolaños, Jorge Meade, Paco Moreno, Guillermo del Valle, Maricela Velázquez y otros más que suponen que los tropiezos del gobernador o algún alcalde les permitirán reincorporarse al presupuesto.
Todo puede suceder en política, pero me parece muy difícil que el escenario de caos permita retornar a políticos marchitos, sobre todo los graquistas; en ellos la crítica es cínica, suponen que los errores actuales borran todos sus excesos y las torpezas cometidas en la administración anterior. Digámoslo de esta forma: Cuauhtémoc Blanco puede cometer errores, pero nunca será peor que Graco Ramírez.
Pero la reflexión va más allá de esto: la crisis sanitaria y el problema económico que trae aparejado el Sars-Cov-2 tiene a la sociedad contra la pared, sin mucha capacidad de movilidad y frente a un panorama económico muy duro. El covid-19 nos ha obligado a resguardanos en casa, pero superada la fase crítica de contagios, cuando regresemos a la “nueva normalidad” y veamos el deterioro financiero que el covid-19 nos causó, entonces vendrá una etapa más dura para todos.
Ahí es donde veremos lo que espera a la clase política en las elecciones intermedias; dependiendo del humor ciudadano que deje la pandemia y viendo la manera como los gobiernos comuniquen sus acciones, sabremos si las estrategias oportunistas rindieron frutos.
Cuando volvamos a las calles intentando retomar la normalidad nos encontraremos con una carrera electoral en curso, con muchos actores de la vida pública haciendo campaña y administraciones públicas intentando hacer frente a la crisis económica.
Lo hecho hasta ahora por los gobiernos, lo que hagan de aquí a que concluya la cuarentena y la manera como se muevan una vez reactivada la economía, será determinante en el rumbo de las elecciones del 2021.
Morena no llegará al proceso intermedio con la misma fuerza que en el 2018, no tendrá el cobijo de una figura fuerte como López Obrador y cargará con el desgaste que implica administrar la pandemia; pero frente a ellos no hay en Morelos partidos políticos que representen una alternativa, ni hay una oposición firme, ni mucho menos existen personajes que destaquen por su carisma o su liderazgo.
Nadie a simple vista podrá capitalizar a su favor la pandemia del covid-19 en Morelos; existen personajes y gobiernos que cargarán con un mayor desgaste, pero en contraste no hay alguien (partido o persona) que pueda sumar puntos a su favor por su actuación en este momento.
En las siguientes semanas o meses, cuando la crisis amaine y los efectos del coronavirus se combinen con la crisis económica, veremos de qué color pintan las próximas elecciones. Como siempre, la comunicación será clave para ganar en las urnas.
posdata
Los alcaldes de Cuernavaca, Temixco, Emiliano Zapata, Yautepec, Xochitepec, Jojutla, Tetecala, Coatlán del Río, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas, se reunieron con la Delegada Especial para el COVID-19 en Morelos, Elsa Julita Veites Arévalo.
Antonio Villalobos celebró que se haya abierto un canal de comunicación para avanzar en la contención de la pandemia en Cuernavaca, una de las 4 ciudades con más alta incidencia de coronavirus del país, zona de intenso tránsito hacia la capital de la república; otros ediles pidieron ayuda federal para enfrentar la situación.
“Sobre todas las cosas, están las vidas de los morelenses”, dijo la delegada especial, al tiempo que recalcó que es necesario ser más estrictos en las medidas aplicadas en cada municipio de Morelos para contener el contagio.
La reunión entre la funcionaria y los presidentes municipales contrastó con el vacío que ha dejado el delegado federal Hugo Erick Flores, quien ha tomado muy en serio la cuarentena, al grado que nadie sabe qué hace o en donde anda en el momento más grave de la crisis sanitaria.
Desde hace algunas de semanas, cuando comenzaron a aumentar aceleradamente los contagios, los ediles morelenses buscaron hablar con el delegado, solicitaron su apoyo para enfrentar la situación; Hugo Erick Flores brilló por su ausencia y como siempre, en lugar de atender a los alcaldes y atajar los conflictos, huyó del estado y se refugió en lo que queda de su partido, para no dar la cara a quienes justificadamente demandaban ayuda.
Elsa Julita Veites Arévalo está haciendo lo que dejó de hacer Hugo Erick Flores, a tan solo unos días de haber sido nombrada por el presidente, la directora del Inapam ya ha sostenido encuentros con funcionarios municipales y estatales, con el gobernador, con alcaldes y con diversas autoridades sanitarias. Ahora falta que ese diálogo se traduzca en recursos tangibles para combatir la pandemia.
Es evidente que su sola presencia no resolverá un problema que tiene mucho que ver con recursos económicos y responsabilidad ciudadana, pero su actitud propisitiva, su disposición a dialogar y su empeño en la encomienda presidencial la ha convertido en un canal de comunicación efectivo y confiable entre los morelenses y el presidente López Obrador.
Ya se sabía que el delegado federal Hugo Erick Flores no sirve para nada; la llegada de Elsa Julita Veites Arévalo ha reforzado esa apreciación.
nota
Jiutepec está junto con Cuernavaca, Cuautla y Jojutla en el mapa de calor en Morelos con más de 50 casos positivos de covid-19 cada uno; el municipio limítrofe con la capital registra 69 casos confirmados y un total de 6 defunciones por coronavius.
Los esfuerzos del alcalde Rafa Reyes contra la pandemia son enormes, incluyen acciones de prevención y contención, y una muy intensa labor institucional que personalmente encabeza el edil con sus gobernados. El problema en Jiutepec como en otros municipios es la incredulidad de muchas personas, su necedad a atender las recomendaciones y su marcada actitud de reto a la autoridad; para algunos el esfuerzo institucional por preservar la vida y cuidarlos es una agresión, de ahí que respondan de forma violenta.
Rafa Reyes, igual que Toño Villalobos en Cuernavaca y Juan Ángel Flores en Jojutla se han echado a los hombros la pandemia, van más allá de su responsabilidad, se exponen en lo personal y realizan esfuerzos extraordinarios para combatir el virus.
Lo de Rafa es particularmente llamativo, porque sin hacer alarde de sus acciones todos los días recorre colonias, habla con sus paisanos, entrega apoyos alimenticios que muchas veces son solventados con recursos personales e intenta convencer a la gente de la necesidad de cuidarse.
La labor de Rafa es titánica no solo por el esfuerzo físico que realiza, sino por el desgaste anímico que conlleva; mucha gente le responde favorablemente, la mayoría agradece su ayuda, pero al final una gran cantidad sigue sin hacer caso a las recomendaciones y continúan haciendo una vida normal. Nada es más frustrante que la inconciencia y la falta de voluntad.
Hoy no sabemos bien a bien que sigue en la historia del covid; las cifras de ayer fueron espeluznantes: en 24 horas hubo 57 nuevos casos positivos y 19 decesos, para alcanzar una cifra acumulada de 887 enfermos y 128 muertos. A pesar de ello muchos no hacen caso, no entienden razones y en su ánimo de retar a la autoridad se exponen y exponen a los suyos.
Las autoridades tienen la obligación de hacer su trabajo: deben informar, tomar decisiones, actuar en el momento oportuno y proveer de los instrumentos necesarios para combatir la pandemia; a los ciudadanos nos toca hacer nuestra parte: debemos resguardarnos y en caso de ser necesario, salir con las medidas de prevención pertinentes para evitar contagios.
El gobierno puede hacer muchas cosas, excepto actuar por nosotros. Cada uno es responsable de sus actos y decide como quiere vivir… o morir.
post it
Todo apunta hacia allá: no habrá regreso a clases en Morelos; el ciclo escolar concluirá de manera virtual, porque no hay condiciones que garanticen la seguridad de los alumnos y de los maestros.
redes sociales
Antes de pensar en regresar a la normalidad pensemos en algo: todavía no existe vacuna o cura contra el covid-19.
Digo, por aquellos a quienes ya les urge andar en la calle.
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