¨Si no se identifican causas del crecimiento de la criminalidad y las violencias, se imponen medidas que las incrementan
Cuando se prefiere perder libertades a cambio de seguridad, se avanza en el terreno del autoritarismo
Para la CIDH, Obrador pretende “militarizar” al territorio nacional, mediante la entrada en vigor de la “Fuerza Armada Permanente”.
Para la Comisión Independiente de Derechos Humanos, el presidente de la República pretende “militarizar” al territorio nacional, mediante la entrada en vigor de la “Fuerza Armada Permanente”. En Morelos sigue creciendo la beligerancia.
En un comunicado, el organismo adujo que “cuando se prefiere perder libertades a cambio de seguridad, se avanza peligrosamente en el terreno del autoritarismo y la antidemocracia. Si no se identifican las causas del crecimiento de la criminalidad y las violencias, se imponen medidas que terminan incrementándolas”.
En ese sentido, acotó que, tras el acuerdo respectivo, “sustancialmente” se ordenan tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, “regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria conjuntamente con la Guardia Nacional durante un periodo de cinco años y donde básicamente el presidente de la nación instruye al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, para que se coordine con los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina para que definan la forma en que las actividades de las Fuerzas Armadas Permanentes complementaran la función de la Guardia Nacional, mientras esta última desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial”.
De lo anterior, agregó, podemos decir que cuando se pretende ocultar la raíz de los problemas nacionales, éstos terminan “aflorando con mayor fuerza”.
En Morelos -como en el resto de las entidades- “… nos enfrentamos a un grave problema de inseguridad, de violencia criminal e institucional, de impunidad, de silencios cómplices y omisiones gubernamentales”.
Asimismo, agregó que en dicho contexto el sistema neoliberal capitalista es uno de los factores principales del crecimiento de la inseguridad y las violencias.
“La violencia estructural no se detiene y, en cambio, se continúan elevando las ganancias de empresas privadas que aplican toda clase de megaproyectos que dañan el medio ambiente y los derechos de la tierra, al agua y al territorio, a la vez que aumentan los ataques a los defensores de derechos humanos y periodistas”.
Acotó que el gobierno continúa en la tendencia de utilizar todo “su poder represivo contra todo el que proteste”.
“El autoritarismo no es la solución para esta crisis de inseguridad; (…) es necesario vincular seguridad ciudadana y los derechos humanos mediante una política integral que atienda las causas estructurales de la desigualdad, la injusticia y de los diversos tipos y modalidades de la violencia”, finalizó.