¿El regreso a la normalidad?
El pasado12 de mayo se registró el día con mayor contagio entre personas por el covid-19, al registrarse en el país 3 mil 926 muertos, así como 38 mil 324 casos que fueron confirmados con coronavirus. Es decir, en un solo día se registraron 353 fallecimientos. En Morelos, las cosas no fueron diferentes, ya que se llegó a la cifra de 129 personas que perdieron la vida (19 solo el martes) y 887 casos confirmados. Y al siguiente día, el gobierno federal anunció el plan de regreso a las actividades que se dará, dicen, de forma “gradual, ordenado y cauto”, a partir del 18 de mayo y se dividirá en tres etapas hasta llegar al 1 de junio.
EN MORELOS, DIFÍCIL REGRESAR EN LA 1ERA ETAPA.- En la tierra de Zapata, los especialistas en el tema, para no entrar en conflicto con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ven con recelo el poder regresar en las fechas que está ofreciendo y por tanto, dista mucho el estado del establecimiento de un “sistema de semáforo”, por una simple razón. Es de los más estados con el mayor índice de personas contagiadas y sobre todo, porque no se hizo mucho para hacer conciencia entre la población y se mantuvieran en casa. Y no hablo de quienes por obligación o necesidad tenían que ir a trabajar, no. Bastaba recorrer algunas colonias en los diferentes municipios del estado para constatar que les valió madres atender la recomendación. Mucha gente sigue sin creer en el coronavirus, otros jamás atendieron las medidas de prevención como el usar cubrebocas, lavarse las manos, usar gel antibacterial y mantener la sana distancia. Se pudo ver en los mercados, en los centros comerciales, bancos, y hasta en las plazas públicas y no fue sino hasta que el gobierno decidió cerrarlas para evitar se atiborraran de personas irresponsables.
Las etapas:
El presidente de la república anunció que el 18 de mayor corresponderá a la primera etapa, y ésta consistirá a269 municipios de 15 estados, para que puedan regresar a la actividad escolar y laboral.
La segunda etapa será del 18 al 31 de mayo, donde se utilizarán los protocolos, capacitación, readecuación de espacios, y filtros de ingreso en empresas.
Y finalmente, la tercera etapa que corresponderá el 1 de junio, para lo que se ha considerado como el sistema de semáforo para la reapertura de actividades sociales, educativas y económicas. Y precisamente en Morelos, todo hace indicar que nos mantendremos en el foco rojo, es decir, donde solo se permitirán actividades esenciales, y un ejemplo de ello, es que en Cuernavaca continúa la petición para que la gente se mantenga aislada y este en casa hasta que no indiquen lo contrario las autoridades mantienen la obligación de usar el cubrebocas.
Sin embargo, urge que los gobiernos federal, estatal y municipales apoyen de una manera efectiva a las familias que hoy están necesitadas por la carencia de los recursos por diversas circunstancias, por haber perdido el trabajo, la reducción de salario que se ha reflejado en diversos casos y en otros, porque pese a que laboran sus ventas son bajas por la escasa presencia de personas. Hoy, urge que antes de traer todo un ejército de fotógrafos para tomarse la gráfica y luego subirla a las redes sociales para evidenciar su bondadosa acción, atiendan verdaderamente a quienes lo requieren y necesitan sin tener que pensar en algún beneficio político electoral.
AÑO 21, RETO PARA EL IMPEPAC.- Por cierto, no se vio la bondad de ningún representante electoral del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana que hayan apoyado a los sectores vulnerables que hoy tanto lo necesitan, a pesar de percibir alrededor de 70 y 80 mil pesos mensuales, pero de lo que sí están preocupados, es que el año próximo no se les haga bolas el engrudo, porque ahora no habrá ninguna ola electoral como la que traían Morena y AMLO en el 2018, que fue lo que les salvó el desastre electoral que se avecinaba en el órgano electoral.
Y es que, la división y el enfrentamiento incluso público que se ha evidenciado no de ahora sino desde los últimos años, una guerra fratricida que mantienen los consejeros electorales y que hasta la fecha a solo cuatro meses de que inicie el proceso electoral, no han logrado dirimir sus diferencias sino por el contrario, éstas continúan e incluso se intensifican de manera burda, sin que se vea en el camino una luz de solución a las enormes diferencias que han traspasado ya el ámbito laboral.
Basta recordar que en el pasado proceso electoral, el principal argumento siempre fue la falta de recursos económicos en el Impepac, lo que incluso, ocasionó que el personal administrativo haya laborado en condiciones infrahumanas, a decir de los propios consejeros, y de la explotación de que fueron objeto, y que en su momento tuvieron que denunciar los representantes de los partidos políticos. Al final, tristemente no pasó nada porque así concluyó la jornada para los empleados.
Para el INE, el IMPEPAC, debería ser considerado como “foco rojo”, por los conflictos constantes y permanentes entre los integrantes del Consejo, el riesgo que hay a la estabilidad institucionalidad.
Solo un ejemplo. En abril de este año, Ana Isabel León Trueba, acusó que ella enfrenta violencia política y de género de manera sistemática y acusó como sus agresores a cuatro consejeros: Xitallli Gómez Terán, Isabel Guadarrama Bustamante, Javier Arias Casas y Enrique Pérez Rodríguez. Ella, le mentó la madre en público en una sesión que se realizó en una plataforma digital y no pasó nada. Dijo que fue un descuido.
¿Quién violenta a quién?
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