La falta de armonización de las legislaciones locales con la Ley General de Archivos en 24 entidades del país pone en riesgo que la documentación acerca de las acciones que cada una de las dependencias gubernamentales ha realizado y lleva a cabo actualmente durante la pandemia, se pierda o no se haga pública
El acceso a la información y la transparencia muestra signos de alerta en estos momentos de pandemia.
La falta de una homologación en los estados de la Ley General de Archivos (LGA) se asoma como una necesidad, de lo contrario no se garantiza un registro adecuado de las acciones que cada una de las dependencias de los tres niveles de gobierno realizan día con día.
Expertos consultados por Reporte Índigo explican que la homologación de esta ley es un paso necesario en la transparencia del país, ya que uno de sus objetivos es fomentar la apertura de datos e información de manera proactiva, es decir: que los sujetos obligados aporten toda la información importante sin necesidad de hacer una solicitud de información.
México tiene que transitar a un sistema de transparencia proactiva en la que las autoridades se sientan responsables de otorgar información y no lo vean como una obligación solamente
“La importancia de que la Ley General de Archivos se aplique en todo México es que te permite como ciudadano común tener la certeza de que la información pública documental que se genera diariamente y la que se ha generado a través de los años en una dependencia pública siempre va a estar disponible para ti, si ya no de manera física, sí digital”.
“Así tampoco te podrán negar el acceso a ciertos documentos con el pretexto de que se dañaron, se mojaron, les salió hongo, toda la información va a estar ahí de manera digital y eso le va a permitir al ciudadano interesado reconstruir la historia del tema que le guste. Habrá quien quiera conocer la historia del municipio o su ciudad, habrá quien quiera saber cuánto se gastó en los proyectos del lugar en donde vive”, explica Enrique Rodríguez Magaña, profesor de la Universidad de Guadalajara.
Falta de iniciativa para mejorar transparencia
Uno de los problemas principales es que los servidores públicos carecen de interés por proporcionar la información importante y útil para los ciudadanos.
“El Sistema Nacional de Transparencia debería de tener criterios comunes de publicación de información de manera proactiva. Generar formatos accesibles, abiertos, de manera oportuna y, si es posible, hasta georreferenciada”, explica Lourdes Morales, directora de la Red por la Rendición de Cuentas.
La experta considera que el manejo de los archivos desde hace varios años no ha sido un tema prioritario en los distintos gobiernos, se le ha reducido el presupuesto a esta actividad y se pierde mucha información, a veces de manera casual, a veces a propósito.
“Se pierden archivos, se pierden datos que son pruebas para exigencia de derechos y las consecuencias que tendremos dada la situación de confinamiento que hay ahorita es que seguramente no se terminarán de armonizar las constituciones locales en lo que queda del año”, explica.
Asegura que el gran problema es que sin una política de gestión documental no habrá un registro de los actos de autoridad, ya que no hay una sistematización ni generación de la información adecuada.
Por lo tanto, nuestro país, de acuerdo con el académico jalisciense, tiene que transitar a un sistema de transparencia proactiva en la que las autoridades se sientan responsables de otorgar información y no lo vean como una obligación solamente. “Sería muy bueno que en el portal de la Presidencia de la República no solamente estuviera la galería de fotografías de quiénes son funcionarios o las versiones estenográficas de las ruedas de prensa matutinas o de los informes para el Covid-19.
“¿Por qué no poner también el estatus del Tren Maya? ¿El estatus de las grandes obras del Gobierno federal o la refinería de Dos Bocas y otros muchos más? Esa es información proactiva, ponerlo desde el primer portal para que la gente no tenga que meterse a darle clics y navegar para ver dónde están las cosas”, considera.
Sin embargo, asegura que la transparencia conlleva un costo, que es recibir la crítica por parte de la ciudadanía.
A la autoridad le implica un alto costo al someterse a la crítica y a la fiscalización social permanente. Sin embargo, no tendría porqué ser de otra manera. Si estamos rompiendo los paradigmas de gobernar, con mayor razón deberían hacerlo así para que se note la diferencia
- Enrique Rodríguez
Profesor de la UdeG
Para Lourdes Morales, directora de la Red General por la Rendición de Cuentas, la transparencia es fundamental especialmente en el contexto de la emergencia sanitaria.
“Recordemos que a principios de la pandemia se tuvo que hacer un censo para saber cuántas camas había, cuántas unidades de terapia intensiva, se tuvo que confirmar esa información. Eso te lo dan los archivos. Las implicaciones dan al corazón del mismo sistema de rendición de cuentas, si no se genera información no puede haber acceso a ella”.