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OBSERVADOR POLÍTICO

Divididos los poderes en plena pandemia

Morelos y México, tuvieron esta semana un martes negro porque a pesar de los anuncios del regreso a la “nueva normalidad”, por la pandemia del covid-19 en la entidad se registraron 31 personas que perdieron la vida en solo 24 horas. Y a nivel nacional, la cifra de muertos en un día por coronavirus fue de 332 para hacer un total hasta ese día de cinco mil 666 que fallecieron. Y mientras la situación se agrava en Morelos, los poderes en lugar de unirse y coordinarse para impulsar acciones que permitan y construyan el desarrollo del estado se encuentran divididos, enfrentados y todo en detrimento de la población a quienes dicen representar.

EL JUDICIAL.- En la última década pero sobre los últimos cuatro años en el Tribunal Superior de Justicia, ha tenido un retroceso en su actividad sin importar todos los logros anunciados por María del Carmen Cuevas López, al momento de presentar su informe de despedida como presidenta magistrada. Los errores cometidos por Cuevas López, entre ellos la alianza que hizo con Graco Luis Ramírez Garrido Abreu para beneficiarse con el incremento en sus años de servicio de 14 a 20 años fue un exceso, un abuso y una página negra más en la historia de corrupción, nepotismo y actos ilícitos que se han reflejado en el poder Judicial.
Ahora, con la cuestionada llegada de Rubén Jasso Díaz a la presidencia del Poder Judicial, porque aseguran sus iguales que desde su origen está viciado y por ello han mostrado su rechazo a reconocerlo como titular del Tribunal Superior de Justicia, y sus argumentos siguen siendo los mismos: Trasgredir los artículos 91 en la que los magistrados deben de integrar el pleno del TSJ. El 94, en el que TSJ designará a uno de sus miembros como presidente, en los términos de la Ley Orgánica, respectiva. El 128 que estipula que toda autoridad que no emane de la Constitución y leyes federales, de la Constitución y leyes del Estado, no podrá ejercer en él mando ni jurisdicción. Además de la Ley Orgánica del Poder Judicial de Morelos, como el Artículo 27, donde señala que el pleno es la máxima autoridad del Poder Judicial, por ello, las sesiones y deliberaciones que se efectúen tendrán validez con la asistencia de por lo menos las dos terceras partes de los magistrados, entre muchos otros. Total, la situación en este poder continuará a la deriva, por la división y confrontación abierta de una otra parte sin detenerse a pensar que mientras esto sucede, mucha gente exige justicia mientras que ladrones, delincuentes, que asolan a la ciudadanía andan libres, poniendo en práctica sus acciones perversas en contra de la sociedad que lo único que exige es justicia.

EL LEGISLATIVO.- Los diputados de la 54 legislatura pasaron un año de enfrentamientos constantes y permanentes, frenando leyes y retrasando designaciones de funcionarios de primer nivel como a los dos comisionados del IMIPE, a todo el personal de mando de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, incluso, retrasando por varios meses la aprobación del presupuesto 2020, ocasionando con ellos grave y severos problemas al estado porque estaba paralizado por la falta de recursos. Tuvieron la osadía de “parar el tiempo legislativo”, es decir, se quedaron encapsulados y jamás hubo respuesta a los problemas sociales como en el que tienen los habitantes de Tetela del Volcán con vecinos del ahora municipio de Hueyapan, quienes viven por décadas problemas por el agua. Aunado a los conflictos de la mayoría de alcaldes en contra del legislativo porque no aprobaron las 32 leyes de ingresos municipales de 36 con la
finalidad de que tuvieran más recursos económicos para sus demarcaciones.
Por lo que a pesar del año literalmente perdido por sus disputas del poder por el poder y en vísperas de las elecciones, el diputado huevón a quien califican como el Gato, Héctor Javier García, quien fuera el coordinador de la campaña GXG que contribuyó a llevar al triunfo al entonces gobernador del PRD en Morelos en el año 2012 y quien desde ahí fue uno de los hombres clave y cercanos a las decisiones y acciones de Graco Ramírez Garrido Abreu, ahora, intenta echarle la culpa a la pandemia del covid-19 para ocultar sus errores para posponer el proceso electoral que inicia en septiembre para el mes de enero del 2021. El diputado flojonazo, tiene la desfachatez de tratar de retrasar el proceso sin contar con la autorización de su dirigente estatal, Gerardo Albarrán Cruz, quien ha reiterado que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) atenderá puntualmente lo que establece la Constitución y por lo tanto, en tres meses y diez días estarán listos para las elecciones 2020-2021 que pondrá en marcha el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac).

Lo que está detrás y que el Gato es un alfil de un grupo de políticos que intenta regresar de 20 a 30 diputados locales para repartirse el botín y tener mejores opciones y argumentos para mantenerse en el poder Legislativo. Ahora quiere recular en las reformas que en el 2018 fueron aprobadas por sus antecesores en el Poder Legislativo de la mano de Rodrigo Gayosso Cepeda y su grupo de diputados locales del PRD.

El diputado huevón pretende cobijar su ineptitud retrasando el inicio del proceso, porque mientras que para él resulta “imposible realizar cualquier modificación, en razón de lo dispuesto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, los partidos políticos y los órganos electorales, el estatal y federal, listos para el uno de septiembre próximo porque además, serán acciones ejecutivas que no tienen obligación de realizar eventos masivos sino preparar todo el proceso para el año entrante.
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