8 mil muertos más
Mario Romero Zavala y Laurianne Despeghel han hecho un recuento y una comparación inquietante: las de las actas de defunción registradas entre enero y mayo en Ciudad de México durante 2020, y las del mismo periodo en los cuatro años anteriores. (https://bit.ly/2A6ySv9)
Su comparación da que, en los meses referidos de este año, hubo 8 mil 72 actas de defunción más que en los mismos meses de los años pasados.
La metodología desarrollada por Romero Zavala y Despeghel les permitió leer y sumar los folios de actas de defunción que hay en los 52 juzgados de la ciudad. El resultado fue el mencionado arriba: entre enero y mayo de este año, 8 mil 72 defunciones más que en los años pasados.
El hallazgo es importante por sus resultados y por que permitiría saber con rapidez y precisión lo que está pasando, realmente, en materia de defunciones, en Ciudad de México.
En México no tenemos cifras confiables, en tiempo real, de los registros de muertes. El registro sólido y definitivo lo hace cada año el Inegi, y el último de que disponemos es del año 2018.
Varios expertos han dicho que la medición más cercana que puede tenerse de la cantidad de muertos provocados por el covid-19, es calcular el “exceso” de muertes de esta temporada, frente a los promedios de otros años.
Esto es lo que han hecho Romero y Despeghel. Su resultado es un “exceso” de 8 mil muertes. Al 22 de mayo de 2020, la Secretaría de Salud reconocía un total de mil 832 defunciones por covid-19 en Ciudad de México. No es posible decir que este “exceso” de 8 mil muertes se deba al coronavirus. Pero esa es la única enfermedad nueva, no presente antes, que puede explicar el salto.
Otra causa podría ser el empeoramiento del sistema de salud, por la clausura del seguro popular, la reducción del presupuesto y el desabasto de medicinas.
El hecho es que las defunciones de estos meses en Ciudad de México están subregistradas y es con estos subregistros que la ciudad, y el país, se aprestan a salir del confinamiento y a dar por aplanado un mal cuyos daños cabales aún desconocemos.