En 11 años, la fuerza que hoy celebra su día ha transformado la seguridad en Morelos y en el resto del país
En los últimos 11 años, infantes de la Secretaría de Marina Armada de México realizaron por lo menos cinco incursiones en Morelos, la primera fue el 11 de diciembre de 2009, en lo que popularmente se conoce como "narcoposada"; la segunda fue el 16 de diciembre del mismo año, donde falleció el capo Beltrán Leyva. De ahí se vendrían otros en octubre de 2014 contra la organización criminal Guerreros Unidos.
El 11 de diciembre de 2009, los marinos, apoyados por militares y agentes federales, realizaron un operativo en la "narcoposada" que se celebraba en una residencia del fraccionamiento Los Limoneros, del poblado de Ahuatepec, donde de acuerdo a las labores de inteligencia, se encontraba Arturo Beltrán Leyva con algunos de sus principales sicarios, como Edgar Valdez Villareal, alias "La Barbie", departiendo con ciertos personajes, se dice, de la política estatal.
Los habitantes de los edificios Altitud fueron resguardados en el gimnasio del complejo por su seguridad / Cortesía | Cuartoscuro
Al penetrar en el inmueble, en medio de un intercambio de disparos, presumiblemente Beltrán Leyva habría logrado escapar, al parecer herido. Esa noche fueron detenidas 61 personas, según se informó entre ellos estaba el cantante Ramón Ayala, Los Bravos del Norte, Los Cadetes de Linares y miembros del grupo Torrente, así como 24 mujeres, al parecer prostitutas, y 11 presuntos sicarios, uno de los cuales habría informado a los marinos que "El Jefe de Jefes" se refugiaba en su departamento de Altitude Punta Vista Hermosa, localizado entre las calles de Poder Legislativo y Domingo Diez, de la colonia Lomas de la Selva.
Fue así como al dar seguimiento a la pista del capo, la tarde-noche del 16 de diciembre de 2009, un grupo de élite de la Marina, apoyados con helicópteros, llegaron a dicho complejo de lujo y tras rodear el lugar se dispusieron a entrar, pero fueron recibidos a balazos e incluso con granadas por parte de los sicarios responsables de la seguridad de Beltrán Leyva, quien luego de más de cuatro horas de enfrentamiento fue abatido junto con cinco de sus escoltas y uno más que se suicidó al darse cuenta que inevitablemente iba a ser detenido.
En el operativo, los marinos irrumpieran en varios de los lujosos departamentos, incluso en algunos casos, a decir de los habitantes, derribaron las puertas en busca del capo y los llevaron al gimnasio del complejo durante el operativo, donde los mantuvieron retenidos por su seguridad, así como a algunos jóvenes que se divertían en una alberca. En este operativo resultaron tres marinos heridos.
En los primeros días de octubre del 2014, los infantes de la Marina realizaron un operativo en el centro de Cuernavaca en busca de integrantes de la organización criminal Guerreros Unidos, a los que se les involucraba con la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, sin mayores resultados.
El 16 del mismo mes, dicho operativo continúo en el municipio de Amacuzac, Morelos, en el poblado de San Gabriel de las Palmas, Buenavista de Cuéllar y Taxco, Guerrero; con el apoyo de siete helicópteros y 20 patrullas, según informaron los lugareños, siguieron adelante con el mismo fin de tratar de capturar a los cabecillas de Guerreros Unidos, sin que se supiera de resultados importantes.
Pero la madrugada del 27 de octubre del mismo año, en la calle 5 de Mayo, de la colonia Las Granjas, de Cuernavaca, en un edificio localizado frente a la cancha de futbol, los marinos irrumpieron para tratar de detener a un presunto líder de Guerreros Unidos. En medio de un enfrentamiento lograron la captura de dos personas que intentaron huir en un vehículo y un presunto delincuente, identificado como Manuel Alejandro Blas, originario de Teloloapan, Guerrero, quien murió cuando habría caído desde la parte alta del edificio donde se había apostado para disparar con un rifle A-15.
Ahora, 11 años después de ese operativo en el que fue abatido Arturo Beltrán Leyva, por el decreto presidencial emitido recientemente, los elementos de la Marina volverán a Morelos ya que junto con los militares se determinó que podrán realizar labores policiales para garantizar la seguridad pública, hecho que ha sido criticado y descalificado por muchos por considerar que "se militariza al país" y con el beneplácito de otros que tienen la esperanza de que con esta acción "ahora sí se pueda combatir y erradicar la delincuencia organizada".