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DUDA RAZONABLE

Trump, la gasolina en el incendio

Hace 29 años, en marzo de 1991, el mundo pudo ver cómo un grupo de policías de Los Ángeles golpeó brutalmente a Rodney King gracias a la grabación de un vecino del lugar donde sucedió el abuso policial.

Un año después, en abril de 1992, un jurado integrado por 10 personas blancas, un latino y un asiático declaró a los policías inocentes de uso excesivo de la fuerza.

Los cinco días después del veredicto, la ciudad de Los Ángeles explotó en violencia y la respuesta policiaca fue similar. Más de 60 muertos y 2 mil 500 heridos después, cientos de millones de dólares en pérdidas por las protestas y miles de arrestos.

En 2019, las policías de Estados Unidos mataron a mil 99 personas. 24 por ciento eran afroamericanos. Una persona negra tiene tres veces más posibilidades de ser asesinado por un policía que una persona blanca. La violencia policiaca no tiene relación con los niveles de criminalidad de las ciudades. Entre 2013 y 2016, por ejemplo, en Búfalo, Nueva York, la policía no mató a nadie; en Orlando, Florida, con población, composición racial e índices criminales similares la policía mató a 13 personas. En la última década, el 99 por ciento de los casos de un policía matando a un civil no ha resultado en ninguna acusación en un juzgado contra el uniformado. (https://mappingpoliceviolence.org/).

Tres décadas después, el mundo fue testigo de cómo un policía asfixió, con el peso de su cuerpo y una rodilla en el cuello, a un hombre que estaba arrestando por supuestamente haber intentado pagar unos cigarros con un billete falso; sin importarle las advertencias del arrestado de que no podía respirar ni las quejas de los testigos que veían cómo mataba al hombre tirado en el piso.

Las protestas se han extendido a más de 75 ciudades en Estados Unidos y una docena de estados han movilizado a la Guardia Nacional.

El presidente Donald Trump, siempre en campaña, ha aprovechado para atacar alcaldes y gobernadores demócratas por, según él, no hacer nada para controlar las protestas; a la prensa la ha tildado de enemiga del pueblo, y a quienes protestan los ha calificado de anarquistas.

Sí, echando gasolina al incendio. En medio de la pandemia que ha golpeado a EEUU como a ningún otro país, la mayor crisis de desempleo en la historia del país y a unos meses de las elecciones.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional