La generosidad sospechosa
Ricardo Monreal, que anda en las grandes ligas de la política nacional desde chamaco, abusa de los integrantes de la marcha motorizada del pasado fin de semana.
Con buena mano izquierda, pero con un largo colmillo, con el que a veces incluso se tropieza, el zacatecano no solo está dispuesto a poner sobre la mesa la continuidad del mandato presidencial, sino que con sospechosa generosidad está dispuesto a adelantar el ejercicio de revocación.
Que no sea en el 2022, sino en el 2021, ofrece el senador, para empatarla con la elección general del año que entra, que es justo lo que querían desde el principio López Obrador y Morena y que la oposición rechazó.
La rechazó porque era darle al presidente la oportunidad de hacer campaña abierta junto a su partido. Hará la campaña de manera soterrada, pero no es lo mismo.
La revocación de mandato será el 2022 y como están las cosas nadie puede adelantar el resultado.
Reelección sin ley
Pasó lo que nadie quería que pasara, que llegáramos a la elección intermedia sin una ley secundaria que encausara el muy delicado tema de la reelección de los diputados, lo que por supuesto genera incertidumbre.
Para disminuir la incertidumbre y encausar el proceso será el INE, como autoridad electoral, la que ponga las reglas del juego.
De modo que la reelección no tendrá una legislación, pero sí un reglamento para evitar que la competencia descarrile.
Ya había por ahí un proyecto de ley que la emergencia sanitaria puso en cuarentena. El proyecto tenía como punto nodal si los legisladores que buscaran reelegirse tenían que pedir licencia a su cargo, o no.
Ya veremos qué dice el reglamento del INE al respecto.
No hay que olvidar que la revocación de mandato y la consulta popular tampoco tienen ley secundaria. A los legisladores se les amontonó la chamba.
El peso de Ramírez Cuéllar
El presidente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, se ha pasado varias semanas tratando de ver cómo consigue más dinero para las arcas oficiales.
Algunas de sus propuestas tienen sentido y otras son disparatadas, pero todas reflejan la inquietud de que sin recursos el trabajo proselitista de Morena para la próxima elección será francamente cuesta arriba.
Su última propuesta, no obstante, es de las más estructuradas. Ramírez Cuellar propuso aumentar un peso de impuestos a cada cajetilla de cigarros, litro de alcohol o cerveza y litro de refresco.
Se generarían, dice, 72 mil millones de pesos que pudieran destinarse a los servicios de salud. Claro que esto rompería la promesa de la 4T de no subir impuestos, aunque como van las cosas ni quien se acuerdo de eso.
Crisis de liderazgo
El PAN en Puebla atraviesa por una crisis de liderazgo y todo mundo se salta las trancas.
Además, nadie cuida las formas y el tiroteo es continuo entre correligionarios.
La dirigente estatal, Genoveva Huerta, no sale de un embrollo cuando se mete en otro. Ahora está en pleito con el ex alcalde Eduardo Rivera, quien sin avisarle a nadie comenzó sus acciones de proselitismo.
Todavía no son tiempos, reclamó Genoveva, pero su voz no tuvo eco.
Las bases del partido se preguntan cuánto tiempo pasará para que la dirigencia nacional tome cartas en el asunto.