Habrá más diputados locales en el 21
La aprobación de la reforma electoral por el Congreso del Estado en una sesión maratónica y de madrugada, hizo recordar “los momentos históricos” de la que fue considerada como la peor legislatura de Morelos. Ahora, se tendrán 16 distritos de mayoría relativa y se mantienen en ocho la de los diputados de representación proporcional para hacer un total de 24 diputados a diferencia de los 20 con los que está conformada la actual.
LA REFORMA DEL 2017.- En abril de hace tres años, a escasos meses para que dieran inicio los comicios del uno de julio del 2018, la mayoría de los integrantes de la 53 legislatura que mediante créditos multimillonarios endeudaron al Estado de Morelos, decidieron votar para reducir de 30 a 20 los diputados locales al interior del Congreso, además de que modificaron la residencia para candidatos a gobernador, diputados y miembros de cabildos, al igual que la reelección de diputados hasta por cuatro periodos sin tener que separarse del cargo para realizar proselitismo político. El argumento de la disminución de curules fue para disque reducir de manera sustancial la carga económica que representan los legisladores, algo que fue una falacia. La 53 maneja un presupuesto de 400 millones que es el mismo recurso que utilizan los actuales.
Sin embargo, sus sucesores la madrugada de este miércoles decidieron aprobar otra reforma electoral en la que aumentan a cuatro legisladores más para quedar en 24 diputados locales, y en donde dicen garantizar la paridad entre hombres y mujeres en las candidaturas así como en la conformación de la Legislatura Local y Ayuntamientos, al
tiempo de lograr un freno a la violencia política de género, inclusión indígena y gobernabilidad. Otro argumento para incrementar el número de curules en el legislativo es que no habrá incremento en el presupuesto del Poder Legislativo, algo que se antoja difícil, complicado, incluso para sería algo imposible de que se haga realidad
si actualmente se incumplió.
¿EL INTENTO DE REGRESAR DE LOS ADAME? Desde la conclusión de la administración panista de Marco Antonio Adame Castillo, hace prácticamente ocho años tanto él como su familia prácticamente desapareció del Estado, incluso, el ex gobernador blanquiazul a pesar de ser actualmente diputado federal, ha tratado de mantenerse en las
grandes ligas. Empero, durante el sexenio de su amigo Graco Ramírez, jamás le hizo una crítica y se ausentó de la actividad política y así ha sucedido en lo que va de la actual administración estatal. Ha evitado la confrontación, el choque y prefiere la paz y armonía
laboral desde el Congreso de la Unión. Por ello, su ausencia física de Morelos es total.
Y en esta misma situación se encuentran los demás integrantes de su familia, entre ellos Juan Pablo Adame, quien pese a que labora en el Senado de la República, su presencia en la entidad es nula. Por ello, resultó extraño que el Universal haya manejado una supuesta encuesta en la que él aparece como uno de los prospectos para contender por la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca, por el Partido Acción Nacional. Esta estrategia del hijo de los Adame Alemán, no es otra cosa que decirle a la dirigencia estatal del blanquiazul que preside Juan Carlos Martínez Terrazas: “Aquí estoy”. Evidentemente que su ausencia física durante años del Estado y con ello, el nulo acercamiento con las bases panistas y la sociedad en general, hacen casi imposible que un personaje de tan baja estatura política sea tan solo mencionado para competir por la “Joya de la Corona” y la antesala de la gubernatura del Estado para el 2024. Juan Pablo Adame, sabe claramente que en Acción Nacional hay dos grupos que durante años han venido trabajando para este objetivo y no son otros que la familia Terrazas y el de Javier Bolaños Aguilar, quienes tendrán que buscar las coincidencias y la coyuntura política para ir definiendo a quien será el mejor candidato para los comicios intermedios del 2021. Más aún, cuando Morena y Encuentro Social no han logrado permear entre la sociedad morelense, el desgaste de Andrés Manuel López Obrador y el que tampoco aparecerá en las boletas que pese a todo, les garantizaría votos a granel como sucedió desde hace 18 años en los tres procesos presidenciales en los que participó y siempre ganó en los comicios aquí en Morelos.
La decisión del hijo de los Adame Alemán no es otra cosa que hacerse presente para empezar a negociar lo que sea, cualquier candidatura, ya sea la diputación federal, local, una regiduría o lo que sea posible.
Uno de los peores errores de Acción Nacional, es que hoy cuando se han convertido en una fuerza política y una opción real y atractiva para electorado en Morelos para el próximo proceso electoral, luego de la desacreditación en la que han caído en los últimos años tanto el Revolucionario Institucional como el de la Revolución Democrática, no hay muchas opciones hacia dónde irse, es que lancen a un política sin presencia en la entidad, sin arraigo entre la militancia azul y sobre todo, sin compromiso con la sociedad morelense. Y es que, diversos sectores han vinculado a Marco Adame con el perredista Graco Ramírez, con quien comía en su casa cuando éste era senador; a Armando Adame con el PRI, luego de que durante varios años ha sido el particular de Maricela Velázquez Sánchez, ex candidata a la alcaldía capitalina por el tricolor en el año 2015. Y la señora Mayela Alemán Adame, quien fuera presidenta del DIF Morelos, cómo recordar cuando su esposo era aún gobernador de Morelos, decidió reunirse en junio del 2012, siempre su esposo titular del poder Ejecutivo, reunirse con en un acto público en el restaurante “Las Mañanitas”, con quien fuera candidato a la gubernatura de Morelos por el tricolor, Amado Orihuela Trejo, a quien le levantó la mano en señal de victoria sin importarle traicionar a Adrián Rivera Pérez, entonces abanderado panista.
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