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DUDA RAZONABLE

El virus y el hambre en Guerrero

Abel Barrera, fundador y director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan lo dice con todas sus letras: en las zonas más pobres de Guerrero estamos frente a una crisis alimentaria, de hambre; necesitamos una intervención extraordinaria del gobierno.

La organización que lidera Abel lleva años trabajando en una de las zonas más pobres y vulnerables del país; 19 municipios de la Montaña Alta y la Cañada, en la zona oriente de Guerrero, y 15 municipios de la Costa Chica de Acapulco, a los límites con Oaxaca. En ellos habitan mayoritariamente los pueblos me’phaa, na’savi, nauas, ñomndaa y afromexicanos; son poco más del 30 por ciento de la población total del estado de Guerrero, 3 millones y medio de personas.

Conversé con él la semana pasada. De esos 34 municipios, 12 fueron declarados de la esperanza, pero, curiosamente —dice Abel— “son los municipios más marginados del estado de Guerrero. Más que pensar que eran localidades donde no había contagios lo que ocurre es que ahí no hay médicos, es que no hay pruebas, no hay infraestructura hospitalaria, es que ahí no hay nada. Lo que los caracteriza es precisamente la no existencia en las estadísticas oficiales hasta para la pandemia; no son de la esperanza, no, más bien son de la desesperación de la gente…”.

Bajar de la montaña a Tlapa, me explica Abel, pueden ser dos o tres horas. Se anunciaron camas covid-19 para Tlapa, pero aún no están. Los médicos están regresando a las familias a sus casas para que se atiendan. “Hoy en Tlapa tenemos 30 camas de hospital, 30 camas destartaladas y no hay médicos especialistas”.

Pero la mayor preocupación de Abel es lo que la pandemia ha hecho con una economía de por sí en estado crítico. La población campesina de la montaña recibe dinero de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural: mil 600 pesos por hectárea para productores de maíz y 5 mil pesos anuales para los productores de café. Y, como en el resto del país, los adultos mayores reciben una pensión, así como las madres solteras. Y las niñas y niños que estudian en la primaria, secundaria o preparatoria reciben becas educativas.

Pero la enorme mayoría de las familias viven de las remesas que ya no llegaron en mayo, por lo que miles se están yendo a otros estados como jornaleros. Esa historia, mañana.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional