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SERPIENTES Y ESCALERAS

La reforma que no pasó

No recuerdo cuándo fue la última vez que el Constituyente Permanente rechazó al Congreso de Morelos una reforma, ni tampoco cuántos ajustes se han realizado al marco normativo de las elecciones en los últimos años, pero lo ocurrido la semana pasada con la Ley Electoral que aplicará para el proceso del 2021 representa un hecho llamativo que influirá de manera directa en la próxima contienda y en el futuro de varios partidos. La falta de pericia política de quienes operaron la ley quedó de manifiesto.

Vamos por partes: el proceso de análisis, discusión y votación de la Ley Electoral se postergó una y otra vez en la cámara de diputados desde hace varios meses; las fechas que marca la ley son claras respecto a las etapas del proceso, también sobre los tiempos que se deben cumplir en caso de que se quiera hacer un ajuste a la reglamentación existente. Los legisladores los conocían, sabían que debían entrarle al tema, sin embargo lo dejaron hasta el último momento y ahí comenzaron los problemas.

La sesión del congreso se hizo el último día, de última hora, por eso la votación se prolongó hasta la madrugada; los diputados aprobaron varios asuntos y trataron de ocultar los ajustes realizados a la ley electoral, tratando de que el tema pasara desapercibido para que su paso por el Constituyente fuera terso. Pero les falló.

Las reformas aprobadas la madrugada del miércoles fueron inmediatamente enviadas a los ayuntamientos para que los cabildos las revisaran y las votaran, pero no hubo una buena operación política con los presidentes municipales para que el sufragio de los municipios fuera en el mismo sentido que el de los diputados.

Desde que se supo que los legisladores habían modificado la ley electoral comenzó una discusión pública que puso al parlamento contra la pared; para muchos el tema de fondo fue el incremento de cuatro escaños más en el parlamento morelense, pero otros pusieron la mira en un movimiento más: el que abría la puerta a los partidos políticos para convenir frentes, alianzas, coaliciones, candidaturas comunes o fusiones con otros entes políticos locales o nacionales. Ahí estaba la clave.

El rechazo a las reformas aprobadas por el congreso no fue casual, ni tampoco inesperado; el congreso morelense, específicamente la presidenta de la comisión de Hacienda Rosalina Mazari, está confrontada con los presidentes municipales; la dama lastimó mucho a los ayuntamientos con las leyes de ingresos municipales y sobajó a los alcaldes acusándolos de torpes carentes de representación. Imposible olvidar cuando la priísta retó a los ediles a manifestarse, al tiempo de que se burlaba de que no tenían capacidad de juntar entre todos más de unos cuantos cientos de personas.

Las heridas que ha causado la 54 legislatura morelense a los ayuntamientos aún están abiertas y quizá por ello ningún legislador tuvo la capacidad o el interés de entrarle al cabildeo con los alcaldes. El tema era importante para ellos, pero sobre todo para el gobierno estatal y ninguno tuvo el tino de cabildear en los municipios; el resultado es lo que ya vimos.

Hasta el viernes pasado la mayoría de los ayuntamientos se había manifestado en contra de la reforma electoral aprobada por el congreso; la justificante era que frente a la contingencia y con tanta premura, les era imposible analizar el fajo de documentos enviados por el parlamento. Pero lo real está a la vista: los presidentes municipales le cobraron al congreso todos los golpes que les ha propinado.

A manera de justificación el presidente del IDEFOMM dijo que los diputados morelenses se habían equivocado al enviar a los municipios para su aprobación acciones que no corresponde validar a los cabildos. “Solo una parte de lo que mandaron es competencia de los ayuntamientos, las demás le toca al legislativo… Hacen una fusión de un beneficio para el estado de Morelos con un beneficio tergiversado y perverso para un solo partido político”.

Lo de fondo en esta historia no es la premura de los tiempos, los yerros legales cometidos por el poder legislativo o la mala relación que hay entre los ayuntamientos y el congreso. Lo de fondo es la falta de habilidad y operación política que existe, la nulidad operativa de aquellos que tienen a su cargo este tipo de cuestiones y la falta de liderazgo frente a los entes que conforman el Estado de Morelos.

Algunos alcaldes, dicen, apoyaron las reformas porque fueron presionados o amenazados y no quieren más problemas; otros mantuvieron su posición en contra porque saben que hagan lo que hagan de todos modos los van a seguir tratando mal y miden que los escenarios van a cambiar en un año electoral.

Lo ocurrido la semana pasada con la reforma es un enésimo llamado de alerta a la clase gobernante sobre los graves problemas que enfrenta el régimen en materia de operación política; el rechazo a la nueva ley electoral se pudo evitar si los operadores hubiesen actuado a tiempo y con eficacia y si los diputados hubieran trabajado con menos premura. Dejar las cosas hasta el último momento y pretender ganar con amenazas no funciona y por el contrario, provoca situaciones como las que estamos viendo ahora.

Un problema muy serio en la clase de poder es su falta de capacidad política y liderazgo social; se nota su inexperiencia, su desconocimiento de las leyes y su distanciamiento con la ciudadanía. Tener el control de las instituciones es importante, pero no lo es todo; si los gobernantes no hacen política, no dialogan, no consensan, no acuerdan ni concilian, todo se vuelve más difícil.

El rechazo mayoritario a las reformas a la ley electoral de Morelos representa un revés para el congreso, pero sobre todo es un durísimo golpe para el partido del gobernador. Encuentro Social no tiene base social ni estructura, carece de cuadros políticos, representatividad ciudadana y capital electoral. Su triunfo en las pasadas elecciones fue consecuencia de la oleada nacional de Morena, pero eso no se repetirá en el 2021, porque tendrán que competir solos.

Precisamente por ello la dirigencia del PES intentaba a través de una reforma electoral a modo obtener una ventaja que le permitiera llegar a la elección en mejores condiciones; su problema es, insisto, que en lugar de cabildear y trabajar con la clase política, intentó dar un albazo a través del congreso.

La reforma electoral era un salvavidas político para el PES; quizás no le serviría para ganar, pero le permitiría mantener el registro. Sin este ajuste a la ley todo se complica y el panorama afecta al propio gobernador, quien en un descuido se puede quedar sin partido, ni aliados para gobernar durante la segunda mitad de su sexenio.

El gobierno de Cuauhtémoc Blanco necesita comenzar a hacer política. Y necesitan cambiar a los operadores políticos que tienen, porque no le sirven para nada.

posdata

Las oleadas de violencia no paran en el estado. Lo ocurrido la tarde del sábado en la colonia Tres de Mayo nos recuerda la realidad que se oculta detrás del covid.

Es casi imposible para cualquier autoridad detener una ejecución; son hechos planeados que difícilmente se anticipan. El problema es que como el del sábado afuera del Chelodromo han ocurrido muchos incidentes violentos en los últimos tiempos y casi todos los delitos quedan impunes.

Algo tiene que hacer el gobierno estatal ante un panorama tan sombrío en materia de seguridad. El gobernador ha aguantado mucho al comisionado Guarneros a pesar de los malos resultados; lo respalda a cada momento y ello ha mermado seriamente su imagen y la de su gobierno.

José Antonio Ortiz Guarneros fue enviado a Morelos desde México por el gobierno federal, se supone que es un hombre capaz, experimentado y confiable, pero los resultados a casi dos años de que llegó a la entidad nos dicen otra cosa.

En Morelos apostar por un policía ha sido un error en los últimos sexenios.

nota

El regreso a la Nueva Normalidad es apenas el primer paso para retomar la vida diaria; además de la ausencia de una cura para el covid-19, los ciudadanos debemos afrontar un escenario adverso en materia económica, con una recesión y una elevada pérdida de empleos producto de la pandemia.

El estado mexicano es incapaz de restituir por si solo el gravísimo daño que la enfermedad ha causado a las finanzas de todas las familias mexicanas; en el caso de Morelos el panorama es más complejo, porque las autoridades no tienen forma de apoyar a todos los sectores, ni recursos suficientes para reactivar la economía.

Aquí es donde se vuelve interesante el proyecto minero de Esperanza Silver, cuya inversión para la siguiente década sería de alrededor de 10 mil millones de pesos. Así lo publica el portal Outlet Minero:

En Morelos existen al menos unas 15 empresas dedicadas al ramo de la minería, las cuales de cumplir con los lineamientos para el retorno a sus actividades podrían reactivarse. De ser así el estado de Morelos retomaría su actividad económica que se ha visto seriamente afectada por el cierre de pequeñas, medidas y grandes empresas, las cuales rebasan el 50 por ciento de quienes sostienen al estado.

Bajo el esquema de un “Nuevo Modelo de Minería Social y Ambientalmente Responsable”, la Empresa Esperanza Silver de México puso sus proyectos en la comunidadde Tetlama, en el municipio de Temixco, lo que traería consigo una importante derrama económica que se vería reflejada en todo el estado.

“La empresa ya cuenta con la concesión y los permisos necesarios, además de un proyecto que se conoce por su promoción en el desarrollo comunitario sustentable, con tres ejes: derechos humanos, tejido social y protección ambiental; la subsidiaria de la empresa Alamos Gold Inc, tiene proyectada una inversión estimada en 450 millones de dólares en la zona, lo que permitirá además de dar empleos directos a personas de todas las comunidades aledañas, así como una serie de oportunidades que irán surgiendo en el transcurso de la operación de la minera en la zona”.

El impacto de la inversión sería por lo menos de los próximos 10 años, transformando una comunidad en rezago en una comunidad con desarrollo; “se propone la construcción de un parque turístico temático que sea administrado directamente por las personas de la comunidad, lo que les daría una opción para la continuidad económica”.

El Proyecto Esperanza es esencial para la reactivación económica del estado por los empleos directos e indirectos que se generarán, las cadenas de valor y proveeduría que se activarán y por la generación de impuestos que impactarán favorablemente a las finanzas públicas estatales y municipales. La opción para Morelos es la explotación minera como una forma de salir del problema económico.

La minería contribuye con el 4 por ciento del Producto Interno Bruto nacional. Al mes de julio de 2015, generó 352 mil 666 empleos directos y más de 1.6 millones de empleos indirectos, de acuerdo con el reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social. Por eso es que se considera como una actividad esencial para este momento de la pandemia”.

post it

Cambiar unos cuantos renglones de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Morelos modificarían de manera sustancial el escenario para algunos partidos políticos en las elecciones del 2021. Este es el ajuste que se hizo a una parte del artículo 23, dejando sin candados las alianzas o coaliciones:

“Los partidos políticos locales podrán convenir frentes, coaliciones, candidaturas comunes, fusiones o incorporaciones con otros partidos políticos locales o nacionales, en términos de lo señalado por la normatividad electoral correspondiente.”

Con esta reforma algunos partidos como Encuentro Social, que perdió el registro nacional y al convertirse en partido local se considera nuevo, podrían llevar a cabo alianzas que les darían más fuerza en la competencia.

Pero aunque la reforma se hubiese aprobado, la ley federal dice otra cosa y el ajuste pudo ser impugnado; la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que los partidos de nueva creación NO podrán ir en alianza con los partidos existentes hasta que superen su primera elección.

De cualquier manera, la mayoría de los ayuntamientos rechazó la reforma y los cambios constitucionales no se validaron.

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A quien se le pone el escenario color de hormiga con esto es al diputado Belindo. Si no hay alianzas ni coaliciones, Argüelles tendrá que competir solo por el PES, sin Morena.

Comentarios para una columna optimista:

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