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DUDA RAZONABLE

¿Para quién trabaja la policía?

Después de los eventos de estos días en Minesota o en Ixtlahuacán de los Membrillos,o en Tijuana y Veracruz, la respuesta de los políticos ha sido similar: estos policías en particular se salieron del redil, iremos contra ellos, malditos, a la cárcel para siempre. ¿Manzanas podridas?

Rodrigo Canales, profesor e investigador de Yale, lleva muchos años estudiando policías y tiene una respuesta: “Es solo dentro de los sistemas permisivos que un pequeño número de policías malos puede seguir comportándose mal”. Y dice: hay trabajos donde no puede haber “manzanas prohibidas” como, por ejemplo, los pilotos de avión. Para eso se crean sistemas, protocolos que no permiten ciertos comportamientos.

Se trata de saber si la institución está diseñada para servir a quien debe servir. Nuestras policías en su mayoría están diseñadas para servir a los políticos que las lideran, no a las ciudadanías que las requieren.

Dice Canales en un reciente texto (https://bit.ly/3cPFMT9): “Cuando una fuerza policial establece explícitamente que los ciudadanos son su cliente central, se centran mucho más en entender cómo los ciudadanos definen y entienden sus problemas de seguridad; en generar confianza con los ciudadanos, especialmente en las comunidades marginadas, lo que puede conducir a establecer relaciones de colaboración con los vecinos para diseñar mejores estrategias que se orienten a esos problemas, y crear mecanismos de responsabilidad bidireccional para que se establezca un verdadero contrato y una relación de trabajo entre los ciudadanos y su policía”.

“En cambio —continúa Canales— hemos descubierto que otras fuerzas policiales definen implícitamente al gobierno local como su ‘cliente’… las fuerzas policiales se centran por completo en las métricas agregadas de la delincuencia: tasas de criminalidad, detenciones, tasas de autorización, ‘eficiencia policial’. En esta narrativa, el foco principal de la policía está en los ‘criminales’ y el crimen. Todos los procesos, protocolos, capacitación, métricas y evaluaciones están diseñados en torno a esa pequeña minoría de personas, algunas de las cuales son muy peligrosas. Y cuanto más sucede esto más fuerzas policiales introyectan una retórica de ‘nosotros contra ellos’”.

Y ahí los abusos son lo que funciona, porque el objetivo no es cuidar a los ciudadanos, sino cumplirle al jefe político en turno.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional