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DUDA RAZONABLE

¿Será la economía, estúpidos?

La frase la hizo famosa James Carville, uno de los principales consejeros de Bill Clinton durante su campaña para llegar a la presidencia de Estados Unidos en 1992; corrijo, la hizo famosa el documental que después se hiciera sobre aquella campaña que logró que un “nuevo” demócrata llegara a la Casa Blanca después de que los republicanos la ocuparan 20 de 24 años.

Es cierto que lo pegador del dicho de Carville opacó que el “nuevo” demócrata también había dado un vuelco en términos de ley y orden —Clinton firmó buena parte de las leyes que hoy han hecho de Estados Unidos el país que más encarcela a sus ciudadanos—, pero no le faltaba razón a Carville en la manera que el estado de la economía marca las elecciones en aquel país.

Esta semana se confirmó que la economía estadunidense había entrado en recesión oficialmente en febrero de este año, cuando había tenido su pico después del más largo periodo de expansión desde que se mide.

En elecciones pasadas, esto ha significado el cambio del partido en la Casa Blanca. Así sucedió en 1980, cuando fue electo Ronald Reagan; también en los primeros años de los noventas, antes de la elección de Clinton. Un año de estancamiento, aunque no recesivo, en el 2000 y llegó George W. Bush. La crisis financiera trajo a Obama. Y otra reducción en el crecimiento en 2016, a la mitad del 2015, ayudó a Trump.

Con las cifras de desempleo, además de la caída de la economía habría, hoy en día, pocas dudas sobre quién ganaría la elección. Pero la era Trump es…pues la era Trump.

Y el habitante de la Casa Blanca está urgido de encontrar otra narrativa que no sea la economía o las muertes por covid-19 y se ha metido de lleno a la discusión sobre el racismo y la brutalidad policiaca contra afroamericanos. Del lado, por supuesto, que entusiasma a sus votantes, a su causa, más allá de que muchos de ellos están entre los afectados no solo por la pandemia, sino por sus políticas económicas desde que llegó a Washington.

Por eso hoy la narrativa es la de la polarización y la ley y el orden, las macanas, pues. Y la única manera de combatir el desastre económico y sanitario es polarizar hasta el extremo. Más aún. La receta no es nueva, ni exclusiva.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional