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DUDA RAZONABLE

2021: ¿Electores sin partidos?

El 6 de junio del próximo año, unos 96 millones de potenciales electores tendrán la oportunidad de votar por 3 mil 528 representantes populares.

Se renovarán 30 legislativos locales, la Cámara de Diputados federal, 15 gubernaturas y más de 2 mil ayuntamientos, alcaldías, juntas municipales, regidurías y sindicaturas. La más grande de la historia.

Llegarán a esa elección los votantes con un país recién salido de la pandemia y ya veremos la magnitud del desastre económico y, tal vez, esperemos, estaremos dando los primeros pasos hacia algún tipo de recuperación.

Será también una elección con nuevos partidos —si pasan la revisión del INE—, cuatro nuevos consejeros electorales y la primera vez en que los actuales legisladores podrán reelegirse, aunque habrá toda una discusión los próximos meses por la falta de aprobación en el Senado de las reglas por las cuales podrán cumplir lo que ya establece la Constitución.

Pero tal vez lo que será más importante es la debilidad estructural de los partidos políticos. Es la primera competencia electoral para los partidos golpeados y derrotados por la histórica tunda que les dio el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador en la elección de 2018; pero es también la primera gran elección para ese movimiento, en el complicado camino de convertirse en partido, sin López Obrador en la boleta y en medio de una feroz disputa por quién se queda con Morena rumbo al futuro y en qué se convierte.

Parecen un mal chiste las manifestaciones a claxonasos convocada por esa cosa extraña que se llama Frena, pero como escribió hace unos días Soledad Loaeza en Nexos: “En el pasado reciente, eI PAN pudo absorber y neutralizar el radicalismo de derecha que alberga el medio empresarial. Manuel Clouthier y Vicente Fox lograron la conversión de empresario a político, y con ellos un número importante de seguidores que nutrió la renovación del PAN”; hoy, ni los manifestantes que tocan el claxon quiere al PAN ni el PAN tiene las herramientas para hacer lo que hizo hace unas décadas.

Los seis años de peñismo dejaron a un PRI vacío, sin entusiasmo ni discurso. Y si Morena no se ordena y organiza en lo local, lo que tendrán los seguidores del Presidente es un vacío para encontrar por quién votar dentro de un año. Será una elección extrañísima.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional