El presidente mexicano asegura que no teme las represalias de EE UU por hacer la transacción con el régimen de Maduro
López Obrador, durante la conferencia de este lunes en Veracruz. En vídeo, el presidente de México asegura que vendería gasolina a Venezuela "si fuese una necesidad humanitaria".
Andrés Manuel López Obrador ha lanzado un salvavidas al Gobierno de Nicolás Maduro. El presidente mexicano ha reconocido este lunes que podría vender gasolina a Venezuela, si el régimen de Maduro se lo pide y si lo hacen por “una necesidad humanitaria”. Venezuela atraviesa desde marzo por una importante escasez de combustibles como resultado de las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a los países que le venden el hidrocarburo, como una medida de presión hacia el régimen chavista. “No nos ha hecho ninguna solicitud. En el caso que nos hicieran la solicitud y fuese una necesidad humanitaria, lo haríamos”, dijo López Obrador en su conferencia matutina desde el Estado de Veracruz, donde se encuentra de gira.
López Obrador ha asegurado que no teme que Estados Unidos le imponga sanciones a México, si se llega a concretar el envío de buques con gasolina a Venezuela. “Nosotros somos libres, México es un país independiente, soberano, tomamos nuestras propias decisiones y no nos metemos con las políticas de otros países. Es autodeterminación de los pueblos y ayudar en lo humanitario. Nadie tiene derecho a oprimir a otros, ninguna hegemonía puede aplastar a ningún país”, explicó tras una pregunta expresa. El presidente mexicano ha mantenido en los últimos años una relación cordial con Nicolás Maduro. Además, México ha evitado pronunciarse en contra del Gobierno venezolano en diversos foros internacionales y ha pedido una solución negociada en la crisis política del país.
México importa el 70% de los combustibles que se venden en el país y su procedencia es principalmente de Estados Unidos. Desde que comenzó el Gobierno de López Obrador, en diciembre de 2018, la política energética del país dio un giro de 180 grados hacia la búsqueda de la autosuficiencia energética. El presidente mexicano anunció la construcción de una nueva refinería en Dos Bocas, en su natal Estado de Tabasco, prevista para entrar en funcionamiento en 2022, así como la rehabilitación de las otras seis refinerías ya existentes. A causa de la crisis por el avance de la covid-19, la demanda de combustibles en México ha caído significativamente y algunos buques han esperado varios días en las costas del golfo de México para descargar las gasolinas en los centros de almacenaje. La venta de combustible a Venezuela abre la incógnita sobre la procedencia del hidrocarburo.
Venezuela es uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo, pero no cuenta con una capacidad suficiente para refinar combustibles y los importa. Estados Unidos ha metido presión en los últimos meses al Gobierno de Maduro para forzar su salida bloqueando la distribución de gasolinas desde otros países. Sin embargo, a finales de mayo, Irán envió cinco buques que le sirvieron a Venezuela para enfrentar la escasez del hidrocarburo, a pesar de que Washington presionó para evitar la transacción. Además, algunos técnicos iraníes se encuentran trabajando en la reactivación de las refinerías venezolanas, una asistencia que el Gobierno de Maduro ha pagado con nueve toneladas de oro.
A partir de junio, el Gobierno venezolano dejó de subsidiar el precio de la gasolina –una ayuda vigente desde que Hugo Chávez gobernó el país latinoamericano– y Maduro anunció que los venezolanos tendrían que pagar el combustible enviado por Teherán a precio de mercado. Desde entonces, los venezolanos han esperado en largas filas para repostar en Caracas y la zona metropolitana. Los expertos estiman que el cargamento enviado por Irán –unos 1,5 millones de barriles– alcancen para surtir a las estaciones de carga durante 15 días, si la demanda es similar a enero, antes del cierre de las actividades por la expansión del coronavirus en el mundo.