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ESTRATEGIAS

LOS ENMASCARADOS

A partir del surgimiento de las redes sociales, pero específicamente en la comunidad de Twitter (con 340 millones de usuarios) han surgido una serie de entes cibernéticos antes desconocidos para la mayoría de nosotros.

“Trolls”, “Bots”, “spammers” y toda una granja de personajes que a los políticos de la vieja guardia pareciera tener sin cuidado, pero que los estudiosos del marketing político consideran como determinante para las próximas elecciones.

La fortaleza de esta red social es su capacidad de difundir una información en tiempo real. En cuestión de minutos una información, foto o video puede estar en el teléfono celular de millones de personas, convirtiéndose en un “trending topic” (tendencia).

Como mecanismo de publicidad es útil, pero como mecanismo de dispersión de información negativa es letal. Es decir, si un candidato desea difundir sus actividades necesitará que algunos tuiteros con
un buen número de seguidores repliquen sus mensajes. Pero si por el contrario hay un acontecimiento que no desea que se haga público, eso mismo hará que la foto o el video en cuestión se reproduzca
como un virus, de ahí que se llame “viralizar” a la acción de reproducir masivamente una información.

El presidente de la República está preocupado porque diariamente es objeto de “hashtags” (etiquetas) en Twitter que atacan sus acciones de gobierno, y la única salida que han encontrado sus colaboradores de
justificarlo es que sus detractores utilizan robots cibernéticos denominados “bots”.

Ayer, Andrés Manuel López Obrador invitó de manera pública, al director de la red social Twitter, a participar en su conferencia de prensa matutina, a fin de que explique el uso de robots para incidir en los temas que se vuelven tendencia.

“Que nos diga qué pueden hacer para controlar lo de los robots y las noticias falsas, una invitación amable, respetuosa. O sea, ¿cuáles son las limitaciones? O ¿por qué no pueden dejar de permitir que
haya este mecanismo de robots para degradar la vida pública, para insultar, para faltarle al respeto a las personas?”, cuestionó el mandatario.

Los reclamos del mandatario a la red social Twitter llevan varios meses porque no puede entender cómo es que millones de personas se ponen de acuerdo para escribir sobre un mismo tema. Pero eso sí,
asegura que los que hablan bien de él son personas de carne y hueso.

Se ha comprobado que ambos bandos utilizan “bots”, que son cuentas falsas cuya única función es replicar un mensaje y aparentar que un usuario tiene muchos followers o bien, provocar que un “hashtag”
se convierta en “trending topic”.

No confundir con los llamados “trolls” o “troles” que son cuentas con datos falsos que se dedican a insultar a los usuarios cuando lo publicado no les conviene. Y aquí viene una subdivisión que
no está bien definida, y que son aquellas cuentas “enmascaradas” que de manera anónima permanecen en la comunidad tuitera, pero que su función no se limita al insulto o la descalificación, sino que
aportan información realmente valiosa, con el único inconveniente de que el autor no tiene nombre, ni apellido, y mucho menos rostro.

A nivel nacional el caso más ilustrativo es el personaje llamado “Tumbaburros”, con más de 300 mil seguidores, y cuyo mérito es tener información de primerísima mano. Según el gobierno de
AMLO, atrás de este personaje está el hijo del expresidente Felipe Calderón.

En Morelos, podríamos afirmar que el precursor de este tipo de herramientas cibernéticas fue el tristemente célebre Gustavo Martínez González, asesor del entonces gobernador Graco Ramírez. El
psicólogo de profesión al principio adoptó un papel de “escudero” del mandatario estatal, rebatiendo con argumentos a todo aquel usuario de Twitter (y también en Facebook) que se atreviera a escribir algo que
él considerara sin fundamentos.

Los primeros debates fueron interesantes, pero cada vez se fueron haciendo más ríspidos hasta llegar al insulto. Poseedor de un acervo lingüístico muy amplio, Gustavo Martínez insultaba al contrincante
de tal forma que éste se tardaba varios minutos en descifrarlo.

Aunque se defendía diciendo que lo hacía desde su cuenta personal y no en representación del gobierno en el que trabajaba, Graco Ramírez terminó por pedirle que ya no lo hiciera. A partir de entonces,
el funcionario público abrió varias cuentas con otros nombres, desde donde siguió rebatiendo a los entonces enemigos del sistema.

Aunque ya mencionamos que no es lo mismo Troll que Bot, en la práctica se confundieron los términos y entonces se acuñó el mote de “gracobots” para referirse a todos los personajes que desde una cuenta
anónima defendían al gobernador y atacaban a sus detractores.

Muy pronto esa costumbre se generalizó y entonces nacieron los “Verabots”, personajes que durante el conflicto del entonces rector Alejandro Vera con el gobierno estatal, se encargaban de atacar al
jefe del Ejecutivo, obviamente con cargo al erario universitario.

Con la llegada del proceso electoral del 2018 el mundo del Twitter en Morelos se convirtió en un desastre, por decir lo menos. A través de cuentas anónimas, los candidatos de todos los partidos
se echaron y recibieron estiércol, haciendo uso de un artefacto cibernético también de reciente creación: el meme.

Así, entre broma y broma, haciendo gala de creatividad pero también de malicia, transcurrió el proceso electoral con los resultados ya conocidos.

Hoy, para quien quiera adentrarse en ese mundo alterno llamado Twitter, le advertimos que se encontrará con personajes como “Teresa de la Merced”, “Tadeo de la Madrid”, “El Chinelo Morelense”,
“Pedro Navajas”, “Changoleonmor”, “Memelítica” “Princexitaffi”, “Luis Mora” y muchos otros que por el tipo de información que manejan suponemos que son políticos o periodistas reconocidos,
pero que por alguna razón prefieren subir al ring “enmascarados”.

Y seguramente serán ellos los que en unos meses más estarán lanzando al mundo cibernético la información más escandalosa y comprometedora de los ciudadanos que busquen un escaño en el Congreso
Federal o local, así como en los 36 ayuntamientos de la entidad.

Es la nueva modalidad de hacer política. Y usted ¿ya tiene su cuenta de Twitter?

HASTA MAÑANA

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