Incognitapro

ESTRATEGIAS

Recientemente recordamos en este espacio el homicidio de la juez Reyna Ocampo Rojas al cumplirse 30 años de los fatídicos hechos, el pasado 17 de junio. Hoy relatamos otro hecho que ocurrió en Morelos y en el que la víctima también fue un juzgador, pero del fuero federal, igual que Uriel Villegas, quien recientemente fue asesinado junto a su esposa.

Ocurrió el 20 de septiembre de 1987, entre las 22:00 y 23:30 horas, cuando fue privado de la vida el licenciado Pedro Villafuerte Gallegos, quien entonces se desempeñaba como Juez Primero de Distrito en el Estado de Morelos, perpetrándose el delito frente a su domicilio, ubicado en la calle de Tepozteco número 104, colonia Reforma, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos.
El licenciado Villafuerte fue victimado, al parecer, por dos personas que le dispararon con armas calibre 380, provocándole 14 impactos. Para esclarecer este homicidio, la Procuraduría General de la República asignó un grupo de agentes judiciales a fin de que se abocaran a las investigaciones, quedando al mando el Primer Comandante Florentino Ventura, grupo que investigó en los Estados de Morelos, Oaxaca y Guerrero. Producto de tales indagaciones, se consideró que en el homicidio del licenciado Pedro Villafuerte Gallegos estaban involucrados Felipe Cuenca Maldonado, Reinel Cuenca Merino y Marcial García Maldonado, a quienes previamente se les había instruido el proceso número 15/86, en el Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Morelos, a cargo del propio juez Villafuerte, por su participación en la comisión de delitos contra la salud, en materia de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.

El día 29 de enero de 1987 fueron sentenciados a compurgar penas de 11 años de prisión, el primero, y 7 años de prisión los dos últimos, y no estando conformes con las condenas que les fueron impuestas, amenazaron de muerte al Juez de Distrito de la causa, licenciado Pedro Villafuerte Gallegos.

El 26 de junio de 1987, los mencionados Felipe Cuenca Maldonado, Reinel Cuenca Merino y Marcial García Maldonado, se fugaron del Centro de Readaptación Social del Estado de Morelos, ayudados por los custodios Saúl Gerardo García, José Abdón Arteaga Ocampo y el excustodio Laureano Fuentes Vargas, quienes fueron contratados por los señores Roberto Guzmán Urióstegui “El Macheteado” y Héctor Rodríguez Tapia “La Sábana”.

Estas personas les dieron a los custodios la cantidad de treinta millones de viejos pesos y un vehículo terrestre (sic) para realizar la fuga. Por comparación entre retratos hablados y fotografías, se identificó a Reinel Cuenca Merino y Marcial García Maldonado que, días antes al 20 de septiembre, rondaban las inmediaciones del domicilio del juez, ubicado en la calle Tepozteco de la colonia Reforma.

Un dato que hasta ayer desconocíamos, es que en el transcurso de las investigaciones para esclarecer el homicidio del juez Pedro Villafuerte Gallegos, Florentino Ventura y Mario Daniel Montiel Ortiz, interrogaron a los reclusos Fidel García Mata y Juan Velázquez Cruz. Nunca se supo de qué hablaron, pero estas personas fueron asesinadas en el interior del penal el mismo día que tuvieron la mencionada reunión.

La versión oficial del entonces director de la Penitenciaría de Atlacomulco, Enrique Corona Morales, es que Juan Velázquez Cruz y Fidel García Mata, atacaron la guardia del penal, privando de la vida a uno de los custodios ya que uno de ellos y otros internos estaban armados. Al contestar los custodios la agresión, mueren los citados reclusos.

En agosto de 1990 vinieron a Morelos visitadores de la CNDH en busca del expediente que se inició a partir del levantamiento del cadáver del juez Villafuerte, pero lo que se encontraron los dejó estupefactos.

“Preguntamos insistentemente sobre el expediente que contiene la Averiguación Previa 30/I/II/6639/987, relativa al homicidio del Juez Pedro Villafuerte Gallegos, en los distintos juzgados penales de la ciudad de Cuernavaca, recibiendo como respuesta que en ninguno de ellos se había consignado tal expediente. Ante tales respuestas se indagó sobre dicho expediente en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Morelos, en donde se afirmó que no se conocía el Agente del Ministerio Público a cargo de tal averiguación. Por ello, se recurrió al archivo de la mencionada Procuraduría, encontrando que el expediente había sido turnado a la reserva”, dice el informe de la CNDH.

Sólo a partir de las investigaciones realizadas por personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, con fecha 14 de agosto de 1990 el Agente de Ministerio Público adscrito a la 7º mesa, Lic. José Manuel González Velázquez (¿les suena conocido?), giró orden de investigación judicial al Jefe de la Policía Judicial del Estado. Pedro Villafuerte Gallegos recibió 14 impactos de bala que le provocaron la muerte.

El parte médico reporta que la causa de la muerte fue un choque hipovolémico por hemorragia interna y externa, consecutiva a las heridas por proyectil de arma de fuego que, en base a su número, se clasificaron de mortales. Por lo anterior, los licenciados Wilfrido Castañón León, José Alejandro Luna Ramos y el magistrado Amado Yáñez, solicitaron la dispensa de la necropsia. La versión más consistente fue que el juez Villafuerte Gallegos recibió amenazas de muerte por parte de los narcotraficantes Pedro Díaz Parada, Felipe Cuenca Maldonado, Reinel Cuenca Merino y Marcial García Maldonado, a quienes él mismo procesó por delitos contra la salud.

Al inicio de las investigaciones de la CNDH no se encontró relación entre el primero de los mencionados y los otros tres pero los visitadores descubrieron que todos pertenecían a una banda de traficantes de drogas y armas que operaba en los estados de Oaxaca, Puebla, Morelos y Guerrero, teniendo como centros de operaciones los municipios de Teloloapan y Tlapa, Guerrero.
“Los hechos parecen vincularse también con el caso de la detención de un avión norteamericano, marca BeecherarB80, matrícula N254K, que forzadamente aterrizó en los alrededores de Tequesquitengo, Morelos. Al parecer, la carga del avión era contrabando de armas que serían entregadas en un rancho de Teloloapan. “El piloto de la aeronave, Robert Nelson Read, fue procesado por el Juez Villafuerte y el 16 de septiembre de 1987 fue asesinado de 15 puñaladas en el Reclusorio de Morelos, cuando por información de compañeros de presidio estaba teniendo comunicaciones, a través de terceros, con el Juez Villafuerte Gallegos.

De todos estos hechos se deriva la presunción de la participación de una o varias autoridades en la protección de estas actividades ilícitas, lo cual nunca ha sido investigado con el cuidado que requiere el caso, por parte de la Procuraduría General de Justicia del estado de Morelos”, decía el informe de la CNDH que concluyó con la recomendación 015/1990 que le enviaron al gobierno de esta entidad, encabezado por el abogado Antonio Riva Palacio López. Pero ya desde entonces las recomendaciones de Derechos Humanos eran como “llamadas a misa” para los gobiernos estatales. HASTA MAÑANA.

Ámbito: 
Local