Están en deuda
Guanajuato es el escenario de una batalla a sangre y fuego entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Santa Rosa de Lima que tiene como telón de fondo la refinería de Salamanca y el huachicoleo. Los principales duelistas son El Mencho y El Marro, cabezas de las bandas criminales.
Un paso atrás hay otros dos duelistas, que tienen un rato culpándose de las barbaridades que perpetran los sicarios, son el presidente López Obrador y el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez.
En un enfrentamiento político estéril con la mira puesta en los comicios, mientras que los sicarios descargan sus armas como ocurrió ayer en un centro de rehabilitación en Irapuato, una masacre inenarrable.
Los servidores públicos están en los cargos para resolver problemas, no para complicarlos. El presidente y el gobernador están en deuda con Guanajuato. ¿Hasta cuándo?
Recinto juarista
El presidente López Obrador es un cazador de símbolos. Los busca todo el tiempo para intentar dar dimensión histórica a sus decisiones. En ocasiones acierta y en otras fallas.
Para celebrar el segundo aniversario de su contundente victoria electoral resolvió dar un mensaje-informe, el sexto en apenas año y medio de administración, en el recinto legislativo que hay dentro de Palacio Nacional, de profunda huella juarista.
En su discurso hizo énfasis en que a pesar de ser el Presidente más atacado en un siglo no ha recurrido a la censura.
Aseguró que su política de seguridad ha dado resultados y que sus propuestas económicas, basadas en apoyos directos a las familias más pobres, nos sacarán de la crisis provocada por el coronavirus.
Muévete rápido
Alfonso Ramírez Cuéllar le estaba agarrando cariño a la oficina de dirigente nacional de Morena, pero tendrá que desapegarse.
El TEPJF lo sacudió de los hombros para recordarle que su estancia en la dirigencia era para cumplir el ordenamiento de renovar la dirigencia nacional, no para quedarse de manera indefinida.
La sentencia del Tribunal dice que la renovación de los órganos de conducción, dirección y ejecución debe estar listo antes de que inicie el proceso federal ordinario.
Esto es para el primer día de septiembre.
De manera que Ramírez Cuéllar y Morena tienen apenas dos meses para procesar el trabajo necesario y mostrar que pueden gobernarse a sí mismos. No han podido.
El mochomo y la puerta giratoria
El líder de los Guerreros Unidos entró a la dinámica de la puerta giratoria de la justicia mexicana: un criminal entra, sale, entra y vuelve a salir de prisión mareado, pero impune.
José Ángel Casarrubias, conocido como El Mochomo, y figura clave en el esclarecimiento del caso de los normalistas de Ayotzinapa, fue capturado.
Su detención dio lugar a un festín mediático para sacarle todo el jugo político posible. Pocas horas después un juez ordena su liberación y para evitar quedar en ridículo la autoridad lo vuelve a capturar a las puertas de la cárcel. Un circo.
Cuánto tiempo quedará en prisión en la segunda intentona. ¿Alcanzará para que revele dónde están los normalistas desaparecidos la noche de Iguala?
A la FGR le toca presentar la verdad histórica de la captura, liberación y recaptura del Mochomo.