El cruel método Trump
Hay una perversidad que por lo menos yo no recuerdo de parte de un jefe de Estado o de Donald Trump hacia sus homólogos de otras naciones. Lo ha hecho de muchas maneras en estos años, lo hizo ayer contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
48 horas antes de recibirlo en la Casa Blanca, sin motivo o razón alguna, en Twitter, el presidente estadunidense retuiteó un video de su visita a Arizona de hace una semana y le añadió cuatro fotografías de su recorrido frente al muro que tanto bien le hizo a la campaña y con el que amenazó que México pagaría.
Trump y su equipo saben lo que el muro significa para México y los mexicanos después de aquella campaña; es una especie de bienvenida para que se sepa de qué se trata la visita del miércoles.
Ayer también, fuentes del gobierno estadunidense anunciaron que en pocos días, tal vez esta semana, Donald Trump volverá a emitir la orden para terminar con el programa DACA, por el que los llamados dreamers, jóvenes que llegaron sin documentos al país pero que han vivido la mayoría de sus años allá, no puedan tener permiso para seguir allá. La Suprema Corte anuló la primera orden, pero tecnicismos en su emisión, más que por razones de fondo. Trump lo volverá a intentar. Cientos de miles de mexicanos podrían ser afectados.
Y, también ayer, se anunció que los estudiantes extranjeros en Estados Unidos con visa, si están inscritos en una universidad que tendrá clases virtuales, sin clases presenciales el próximo semestre, no podrán quedarse en Estados Unidos y tendrán que salir del país. Esta medida no es específicamente contra mexicanos; Trump está presionando, como lo dijo en un tuit, para que las universidades abran y regresen a la normalidad como lo dejó claro en otro tuit, pero afecta a una decena de miles de compatriotas.
Estas tres de ayer lunes, más la que se acumulen hoy, es una buena muestra del cruel método Trump. Cambia el ambiente, mete otros temas en la conversación que no tienen que ver con el T-MEC y entonces el miércoles, en el momento de la prensa, todo será amabilidad y sonrisas, a menos que alguien pregunte por cualquiera de estos temas y entonces sí…, pues agárrense porque no hay manera de saber lo que el habitante de la Casa Blanca dirá.
@puigcarlos