1. Polémica. México transitará hacia las energías renovables, aunque se tenga que acudir a la SCJN o a los paneles de resolución de controversias del T-MEC para hacer valer los compromisos asumidos en el Acuerdo de París, advirtió Xóchitl Gálvez, integrante de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Senado. Criticó al gobierno federal por tratar de “sacar a la mala” las energías limpias, con el pretexto de la emergencia del covid-19 para seguir utilizando desperdicios de la refinación del petróleo en la generación de electricidad, a pesar de las implicaciones a la salud de los mexicanos. Toda esta polémica no debió producirse, pero un tropiezo de Rocío Nahle, la secretaria de Energía, quien minimizó las energías renovables, levantó el avispero.
2. El valor de la verdad. Con el hallazgo de los restos de uno de los estudiantes de Ayotzinapa, el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró que la investigación dará un nuevo giro. La identificación de los restos de Christian Alfonso Rodríguez marca el inicio de la nueva ruta en la investigación para esclarecer lo ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014, y sepulta definitivamente la llamada verdad histórica. Luego de retomar los trabajos de la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, el funcionario anunció que en cuanto reabran las operaciones aéreas enviarán nuevos restos a la Universidad de Innsbruck para su análisis genético. Llegar al fondo del asunto es primordial para México. La cicatriz lleva demasiado tiempo abierta.
3. Convicciones. Varias señales tuvo hasta el momento el viaje de López Obrador a Washington D. C., donde se reunirá con Donald Trump. Primero, como si se tratara de un amuleto, se dirigió al aeropuerto lo hizo a bordo del vehículo con el que recorrió gran parte del país cuando estaba en campaña, el famoso Jetta blanco. El viaje, en vuelo comercial y en clase turista, es otro de los puntos inalterables en su agenda. Además, por primera vez fue captado usando cubrebocas. El Presidente se realizó la prueba covid-19 y salió negativo. Ya está en terreno estadunidense en un momento neurálgico en la relación bilateral. Hizo escala en Atlanta, donde agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU ingresaron al avión en el que viajaba el Presidente para hacer que bajara antes que el resto de los pasajeros. Una sencillez pocas veces vista.
4. El efecto Mochomo. Más rápido que inmediatamente, el Poder Judicial tomó cartas en el asunto. Y no era para menos, pues el cinismo mostrado en la liberación de José Ángel Casarrubias, alias El Mochomo, líder de Guerreros Unidos y uno de los responsables de la masacre de Ayotzinapa, era insostenible. El Consejo de la Judicatura Federal informó que decidió suspender por seis meses en su cargo al secretario involucrado en la liberación del líder del grupo criminal. El PJF aclaró que la suspensión obedece a la denuncia interna presentada por ese órgano de vigilancia, así como por la acusación que interpuso la FGR. “La medida cautelar se dictó para continuar con la investigación y deslindar responsabilidades”, se mencionó en un comunicado. Moraleja: cuando se quiere se puede.
5. Rezongones. Dice Marko Cortés, el líder nacional del PAN, que la visita de López Obrador a Washington podía esperar a un mejor momento en la relación, y en fecha posterior a las próxiomas elecciones presidenciales de EU. En conferencia de prensa virtual, junto a Mauricio Kuri y Juan Carlos Romero Hicks, el dirigente insistió en que la visita se debía postergar. Señaló que el Presidente cometía un gran error al visitar a Donald Trump en medio de una campaña electoral, donde todo apunta a que el nuevo inquilino de la Casa Blanca será el demócrata Joe Biden. Coinciden en que el viaje sólo fue para tomarse “la foto”. Las palabras albiazules se las llevó rápido el viento. López Obrador hace historia, hoy, en Washington, y de visita con Donald Trump.