Azuzados por un líder señalado de dividir a Xaltocan, pobladores de esta comunidad otomí han demandado, a golpes y jaloneos, ser beneficiarios del reparto de 617 hectáreas de terrenos nacionales
La ambición por poseer parte de las 617 hectáreas que el gobierno federal entregó a 722 comuneros de San Miguel Xaltocan, Edomex, ya llegó a la violencia.
La división entre esta comunidad, donde se construirá el aeropuerto de Santa Lucía, alcanzó un nivel que requirió la intervención de la Guardia Nacional.
El pasado sábado, durante una reunión informativa en el auditorio ejidal de Xaltocan, 50 personas reclutadas por el Movimiento Social por la Tierra (MST) demandaron a golpes y jaloneos ser incorporadas al censo de beneficiarios del reparto de tierras.
Juan Paredes Sánchez, representante de los 722 comuneros, denunció ante las autoridades que ese día varios de sus familiares fueron retenidos hora y media dentro del auditorio. Tuvieron que ser rescatados por la Guardia Nacional.
Antes, el miércoles 1 de julio, Francisco Chew, líder del MST, uno de los grupos que mayores dividendos obtuvo durante la administración anterior, apoyó la “pelea” de los xaltocamecas contra el gobierno e incluso el Ejército. Ese día arribó en una camioneta de lujo al plantón contra las obras.
Violencia en Santa Lucía
Efectivos de la Guardia Nacional intervinieron para evitar una trifulca entre pobladores de Xaltocan; el líder del Movimiento Social por la Tierra, Francisco Chew, divide a la comunidad y la azuza para detener “una obra de tantos intereses económicos”.
La codicia por apoderarse de un terruño de las 617 hectáreas de terrenos nacionales que el gobierno federal entregó a 722 comuneros de San Miguel Xaltocan –que para mayor precisión es donde se construirá el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles–, ya alcanzó niveles de violencia que requirieron la intervención de la Guardia Nacional.
Los hechos sucedieron en una reunión informativa de 200 comuneros en el auditorio ejidal de San Miguel Xaltocan, en el municipio de Nextlalpan, el sábado pasado.
En el lugar, 50 pobladores de esa comunidad de origen otomí, reclutados por el Movimiento Social por la Tierra (MST), demandaron a golpes y jaloneos ser incorporados al censo para ser beneficiarios en el reparto de los terrenos nacionales.
Antes de la frustrada reunión informativa –la cual provocó una denuncia de hechos y distintas medidas cautelares por parte de la Fiscalía General del Estado de México–, el miércoles 1 de julio, Francisco Chew Plascencia, líder del MST, manifestó su apoyo a la “pelea” de los xaltocamecas contra el gobierno y el Ejército mexicano.
Dentro de la carpa donde se mantiene el plantón de rechazo a las obras del aeropuerto, Chew Plascencia comentó:
“Adelante con la pelea, un pueblo digno es un pueblo como éste, que defiende su razón, que se le pone, nada menos que al más fuerte; aquí podría ser perfectamente David y Goliat, si tuviéramos que hacer una metáfora, una comparación; porque un pueblo, el más pequeño, está enseñándole al país cómo se puede parar, con dignidad, una obra de esta magnitud, de tantos intereses económicos y además, estando aquí, nada menos que el representante de la fuerza del gobierno que es el Ejército; eso no cualquiera, y eso es lo que está enseñándole al pueblo de México la comunidad de Xaltocan una vez más”, se ve y se escucha en un video.
Personas retenidas
Juan Paredes Sánchez, representante de los 722 comuneros, denunció ante las autoridades que varios de sus familiares fueron “retenidos contra su voluntad” durante hora y media dentro del auditorio ejidal.
“No los dejaban salir hasta que yo me presentara a la junta, estaban exigiendo mi presencia y que aceptara la inclusión de personas en la lista de solicitantes y poseedores del 2015”, escribió Paredes en una denuncia pública sobre los hechos.
De acuerdo con el censo levantado, son 722 comuneros los que tienen derecho al reparto de las 617 hectáreas que recibirán: cada uno tendrá un predio de seis mil metros cuadrados, que en el mercado comercial actual tiene un costo de un millón 800 mil pesos y que se prevé aumente sustancialmente su valor una vez que entre en operación el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles.
Francisco Chew Plascencia, el líder del Movimiento Social por la Tierra (MST), se transporta en una lujosa camioneta, así llegó a la carpa de resistencia de Xaltocan.
Ya dentro de la carpa, al grupo de pobladores le dijo que estaban explorando una ruta para evitar un despojo de 128 hectáreas de terrenos nacionales que servirán como parte del terreno que ocupará la nueva terminal aérea.
De acuerdo con Chew Plascencia, “hay muchas anomalías” en el tema territorial. “Hay un enjuague entre abogados, representantes y funcionarios que están haciendo perdedizas alrededor de 90 hectáreas” del lugar.
En su discurso a los xaltocamecas, el líder del MST –uno de los grupos que mayores dividendos obtuvo durante la administración anterior–, sostuvo que “lo que hemos visto es que hay una estrategia de desgaste hacia la comunidad, a ver si van a pelear su tierras, pero para eso hay una estrategia de resistencia”.
Anunció que emprenderían algunas acciones. “Es necesario hacer algunos escritos para pedir la intervención de ciertas autoridades en el conflicto, entre otras la Presidente de la República”, dijo Chew Plascencia.
De acuerdo con el líder del Movimiento Social por la Tierra, los escritos los tendrá listos hoy viernes y quizá los ponga a consideración en una asamblea mañana sábado, para que sean formados por los inconformes.
“Lo que nos queda claro es que para desmontar todos los enjuagues y actos de corrupción que se están cometiendo aquí, va a ser necesario que intervengan más autoridades y que el Presidente intervenga.
“Hay funcionarios que están haciendo mal las cosas y están coludidos con la corrupción; están viendo cómo se quedan con una parte de las tierras de la comunidad; hay funcionarios coludidos con la corrupción Estela Ríos y (Daniel) Fajar y otros de menor nivel”, aseguró.
El zipizape que se dio el pasado sábado 4 de julio en el auditorio ejidal de Xaltocan quedó documentado en varios videos que grabaron algunos de los 200 convocados por invitación expresa del representante de los comuneros, Juan Paredes.
Esto llevó a tomar medidas cautelares para algunos familiares de Paredes, que desde hace décadas ha sido parte del grupo de pobladores de Xaltocan, que buscaron la regularización de los terrenos nacionales en favor de los comuneros.
En su denuncia de hechos por la retención de sus familiares en el auditorio ejidal, Juan Paredes Sánchez, representante de los comuneros, describió cómo se dieron las circunstancias cuando intentaron salir del lugar y señaló que fueron objeto de múltiples agresiones.
“Cuando intentaron salir del auditorio para irse a su casa, este grupo de personas se les puso enfrente comenzando a cerrar las puertas del auditorio agrediéndolos para que se regresaran adentro del auditorio y no los dejaron salir”, indicó.
De acuerdo con el representante de los 722 comuneros, la exigencia era que él estuviera presente y por eso retuvieron a sus familiares.
“(Estaban) exigiendo mi presencia y reteniéndolos hasta las 18:00 horas, aproximadamente, que fue cuando recibí otra llamada diciéndome que arribó al lugar la Guardia Nacional y que habían sido quienes entraron a rescatar a mis hijos para sacarlos del auditorio y darles atención médica, por lo que inmediatamente se trasladaron a un lugar seguro”, indicó.
Desde la semana pasada, Juan Paredes Sánchez señaló que los habitantes de la comunidad de Xaltocan desconocían al Movimiento Social por la Tierra, ya que señaló que podría “echar por la borda” los convenios acordados con el gobierno federal, para que éste brinde beneficios a favor de la comunidad, tras la cesión de 128 hectáreas de terrenos comunales para la construcción del nuevo aeropuerto.
Recordó que en marzo del año pasado, el gobierno federal realizó una consulta en su comunidad, en la que se acordaron beneficios en materia de desarrollo e infraestructura para Xaltocan.