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EL ASALTO A LA RAZÓN

Derrota de los derechosos ‘progres’

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sofocó la maniobra que fraguaron diputados de Morena y el PT para dinamitar la democracia en México.

“Golpistas”, les llamó Porfirio Muñoz Ledo a los gandallas que impulsaban la reposición del proceso de selección de los cuatro nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral.

La imposibilidad de que se repita el procedimiento fue explicada por los magistrados al desechar las impugnaciones que presentó un trío de aspirantes que no dieron la talla para figurar en las quintetas de las que la diputación federal seleccionará a los cuatro ganadores.

Para explicar su decisión —inapelable por fortuna—, el Tribunal argumenta que el método seguido por el Comité Técnico de Evaluación quedó consumado de manera irreparable; se trata de una etapa culminada, imposible de reponer. El procedimiento “está conformado por plazos improrrogables” y el CTE, de naturaleza transitoria, carece ya de vida jurídica: se extingue en cuanto entrega sus propuestas a la Junta de Coordinación Política.

La derrota jurídica les cayó a los “golpistas” morenistas y morenianos de manera indirecta pero irrecusable con el fallo sobre las impugnaciones presentadas por Diana Talavera Flores y Dora Rodríguez Soriano, quienes denunciaron una imaginaria “violencia política de género”, así como Santiago López Acosta y Armando Hernández Cruz.

El Tribunal se botó la puntada de rolar la patraña esgrimida por las quejosas, dando aviso al traqueteado Conapred y a la destartalada Comisión de Atención a Víctimas, quienes perderán el tiempo tratando de descifrar cómo es que un CTE integrado por cuatro mujeres y tres hombres hizo “víctimas” de una suerte de machismo a ese par de señoras.

Hacia el final de las tareas del CTE, el pulcro proceso de selección de las quintetas lo ensució la insensata intervención del académico John Ackerman, el más activo intelectual del lopezobradorismo, empeñado en imponer a Talavera Flores.

Los otros seis comisionados (uno el constitucionalista Diego Valadés) difundieron un documento en que no dejan duda de que se atuvieron con escrúpulo a las reglas fijadas por la Cámara de Diputados; los aspirantes pudieron expresarse con toda libertad en las entrevistas y las preguntas que se les hicieron fueron planteadas también con libertad; las reglas para la definición de las listas finales de 10 mujeres y 10 hombres fueron aprobadas por los siete integrantes originales de manera unánime, una de éstas decidir preferentemente en consenso y, de no conseguirse, por mayoría de votos. Y por la quejosa Talavera votaron tres a favor pero cuatro en contra.

Ayer, la ex comisionada periodista y feminista Sara Lovera denunció que Ackerman “tenía o tiene un interés personal en Diana Talavera”, y que “ahora que se publican fotografías de amistad antigua. ¿Cómo es que no se excusó al revisar su expediente…?”.

La izquierda consiguió que gobiernos y partidos sacaran del INE sus manotas y los golpistas dizque progres, siempre, son derechosos vergonzantes.

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional