¿Quiénes son las víctimas de Lozoya?
El 26 de septiembre de 2018, un Juez federal condenó a Javier Duarte Ochoa, ex gobernador de Veracruz, a nueve años de prisión y una multa de 58 mil 890.60 pesos.
La disparidad de los presuntos delitos contra la sentencia y la multa, así como declaraciones del propio Duarte sobre que había sido presionado para aceptar el procedimiento abreviado, hicieron que la organización civil Tojil presentara una denuncia frente a la PGR en donde lo más importante es que los ciudadanos fueran reconocidos como víctimas del delito y por lo tanto pudieran participar en el proceso, entre otras cosas, para vigilar que ese tipo de acuerdos no sucedieran sin alguna supervisión.
La denuncia ha caminado el laberinto judicial mexicano siempre con la oposición de la antes PGR y hoy Fiscalía General de la República; ganaron un amparo, la Suprema Corte se negó a atraer el caso y un Tribunal Colegiado con votación dos a uno decidió que Tojil no era víctima de la corrupción de Duarte. Vale la pena decir que varias instituciones académicas y gremiales de prestigio hicieron amicus curiae acompañando a la organización.
Ahora, Estefanía Medina y Adriana Greaves, fundadoras de Tojil, han acudido a la Corte Interamericana de la Comisión de Derechos Humanos a defender ese derecho.
Lo hacen con el caso Duarte —y ese extraño arreglo— bajo el brazo, pero en el momento que arranca el caso judicializado de corrupción más importante en mucho tiempo en México. Uno relacionado con la principal empresa de México, con la política y las campañas electorales, con cómo se negocian las reformas legislativas y podría terminar involucrando a un ex Presidente de México.
Y ese caso va a terminar en un acuerdo entre uno de los protagonistas del presunto delito y la fiscalía. Cosa que no está mal en sí misma. Los delitos relacionados a corrupción son difíciles de armar y probar; en todo el mundo la mayoría de veces se necesitan pactos similares. Lo importante es la calidad de ese acuerdo en relación con el delito y sus responsables.
Y por eso importa la transparencia del acuerdo, sus razones y sus consecuencias. Y por eso importa que la sociedad esté de alguna manera involucrada en el proceso penal. Y por eso importa lo que Estefanía y Adriana harán frente la CIDH. Porque las víctimas de Lozoya et al… Fuimos, pues sí, todos.
@puigcarlos