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DUDA RAZONABLE

Yo le creo a Vanessa Rubio

La petición de licencia de Vanessa Rubio al Senado de la República desató, sobre todo por el momento político, una serie de especulaciones de todo tipo.

Ella ha explicado y pedido, con todas sus letras, que “no busquen teorías conspiratorias ni segundas explicaciones, porque no las hay. Quien diga algo distinto es una rotunda mentira. Éstas son las verdaderas y únicas razones de mi licencia, que tomo con absoluta convicción, orgullo y congruencia”.

Yo le creo a Vanessa Rubio. He escuchado sus entrevistas y leí con atención lo que escribió en El Heraldo. Pero creo que la licencia de Rubio Márquez es un buen ejemplo, un síntoma de la relación de los políticos y los partidos en la relación con los votantes. Hoy hablamos de este caso; la verdad es que es uno de muchísimos que han causado esta relación entre política y ciudadanos.

Rubio ha dejado claro que llegó al Senado y a la política después de años en el servicio público por decisión de José Antonio Meade, a quien llama su hermano. “Se dieron así las circunstancias… decidí apoyarlo, yo soy una demócrata convencida…eso me hizo incursionar a la política, fueron las circunstancias…”, le dijo a René Delgado; y agregó que estaba claro que, si Meade ganaba, ella se iba al gabinete.

¿Qué tan claro tenían todo eso los votantes del PRI a la hora de llegar a la urna? En las boletas para el Senado, hasta donde recuerdo, no aparecía el logotipo de Meade, sino del tricolor. Quiero pensar que los votantes piensan que los candidatos son de “representación”, pues representan al partido, no a sus mentores y amigos.

Es decir, un no priista puso a una no priista en el segundo lugar de la lista de… un partido, el PRI, para representar pues quién sabe qué, pero si él ganaba, se iba.

Insisto, lo de Vanessa Rubio es solo un ejemplo. El coordinador de los senadores de Morena ha representado a tantos partidos como dedos tenemos en una mano. Un ex presidente del PAN hoy representa a votantes de Morena sin haber cambiado lo que piensa; y me podría seguir dos planas.

Los partidos, las curules, son escalones para proyectos personales. Entiendo la decisión de Rubio, parte de una minoría ignorada, “el siguiente punto de la agenda” en las reuniones de Comisión, como ella lo ha explicado.

Importa entender por qué estaba ahí. Explica muchas cosas.

@puigcarlos

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Nacional
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