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DÍA CON DÍA

Pensiones: una reforma bienvenida

El Presidente ha reconocido en Carlos Salazar, el dirigente del Centro Coordinador Empresarial, al artífice de la reforma de pensiones anunciada antier.

Creo que hay que reconocer también al Presidente el haber recogido la propuesta a la mitad de lo que parecía un distanciamiento sin retorno con Salazar y sus propuestas.

A juzgar por la reacción pública, ha sido una reacercamiento provechoso para todos los actores involucrados, en especial para los trabajadores, que verán mejoradas sus pensiones, sin gastar más de su salario en ellas.

Dios, igual que el diablo, está en los detalles, y no estaremos hablando del proyecto cabal mientras la propuesta no se vuelva iniciativa de ley. Estoy muy lejos de ser un conocedor del tema pero los conocedores reconocen en el proyecto varias benéficas novedades.

La primera es que desmonta una bomba de tiempo financiera y social: el elevado costo presupuestal de las pensiones para el gobierno y su disminución catastrófica en valor para los trabajadores.

De no mediar la reforma, las pensiones habrían llegado a valer quizá una quinta parte de lo esperado para quien se jubila. La propuesta eleva esta expectativa a 103 por ciento para jubilados de salario mínimo y a 54 por ciento para jubilados con cinco salarios mínimos.

Segundo: contra la costumbre en este tipo de proyectos, queda claro aquí que el cambio de la política pública propuesta cuesta dinero, y queda claro también cuánto y quién lo pone.

La aportación total se incrementa gradualmente a lo largo de ocho años de 6.5 por ciento del salario a 13.87 por ciento. El nuevo dinero necesario no lo ponen los trabajadores ni el gobierno. Lo ponen las empresas.

Un riesgo de la reforma es que induzca una menor creación de empleos formales pues sus costos crecerán casi 8 por ciento del salario en ocho años. Sus límites son claros: no incluye empleos informales, la mitad de la fuerza de trabajo, ni a los trabajadores del sector público

Pero, como decía un viejo maestro defendiendo las tesis de sus alumnos: “Falta todo, menos lo que está”.

Y lo que está en la propuesta del sector empresarial asumida por el Presidente, es digno de celebración.

hector.aguilarcamin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional