La piel delgada de López-Gatell
El domingo en la noche, durante la conferencia de prensa de las siete de la tarde, Hugo López-Gatell mencionó cinco veces, en diferentes momentos, la palabra infodemia. El domingo mencionó menos veces “cubrebocas” o “quédate en casa”, por ejemplo.
Asignó culpabilidades, métodos e hizo una advertencia: “ciertos medios de información o ciertos grupos políticos y sociales que han insistido en seis o siete mentiras una y otra y otra vez, tenga precaución, tenga precaución porque le van a desinformar y eso puede ser adverso para usted, para su familia, para su comunidad”.
Eso sí, dijo que teníamos libertad de prensa y que él no le decía a nadie qué poner; que pongan lo que quieran, pero pidió a dueños de medios y editores que pensaran en el bien del país, lo que implica, por supuesto, que él cree que no lo hacen.
La molestia de López-Gatell con la prensa comenzó temprano en la pandemia. A principios de mayo, cuando varios medios publicaron notas sobre el número de muertos relacionados con la crisis sanitaria. Lo realizaron después, por cierto, de que varios medios internacionales lo hicieran en sus respectivos países y lo reportado en México coincidía con lo que pasaba en otras partes.
En esa ocasión, dijo, le llamaba la atención que “aparecieran de manera casi sincrónica estas cuatro notas, seguida de una amplia difusión por varios protagonistas de las redes sociales, la mayoría de ellos los más activos, e individuos ligados a administraciones anteriores a los negocios de la industria farmacéutica y de los insumos en general de la industria de la salud y unos cuantos también con aspiraciones políticas…”. Una conspiración, pues.
Hoy sabemos, como se dio a conocer el sábado con cifras oficiales parciales, que ni aquellas notas ni otras publicadas después sobre lo mismo estaban muy equivocadas. Pienso que la evaluación más precisa de las políticas públicas decididas por el gobierno frente a la pandemia la tendremos cuando la emergencia haya pasado, y para eso falta. Basta mirar lo que está sucediendo en algunos países que creían haber salido de la crisis.
Van 126 días del inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia y el país sigue en rojo o en naranja que huele a rojo; queda mucha chamba por hacer, doctor. Que cada uno haga la suya. Así toca en las democracias.
@puigcarlos