El falso dilema de la salud y la economía
La pandemia va para largo, muy largo.
Diferentes estrategias no parecen cambiar demasiado esa predicción. Allá donde cerraron con más fuerza hoy comienzan a ver rebrotes que temen puedan agravarse. Cataluña en España y Melbourne en Australia, por ejemplo, vuelven a pensar en confinarse.
En Japón, ayer martes se empató el récord de más contagios diarios y la ciudad de Osaka volvió a imponer reglas de confinamiento. En la medida en que comienza el desconfinamiento, el virus vuelve a hacer de las suyas. Basta ver, en Estados Unidos, los estados que lo hicieron primero y dónde están sus crisis sanitarias hoy.
En México, la estrategia concentrada en capacidad hospitalaria estaba diseñada de origen para hacer más larga y menos intensa la epidemia. Y el confinamiento ha sido particularmente largo y los intentos de comenzar a retomar la actividad han visto señales de nuevas infecciones, como lo advirtió, por ejemplo, Claudia Sheinbaum la semana pasada.
El virus no cede, pues. Y eso hace que detrás de la crisis de salud se prolongue y agrave la crisis económica mundial.
Escribió en estos días Paul Krugman: “Hace un par de meses, antes del gran desastre de reapertura, hice varias entrevistas en las que me preguntaron sobre el equilibrio entre la economía y la lucha contra la pandemia. Contesté que no había ningún dilema; no puedes recuperarte hasta que superes el virus. Pero eso parecía imposible procesar para los entrevistadores, cada vez que volvían con: ‘Sí, pero ¿cómo debemos hacer el equilibrio entre la economía y la lucha contra la pandemia?’”
“Pero realmente no hay una compensación. Estados Unidos está ahora rezagado respecto a otros países que no se apresuraron a reabrir. Dentro de EU, los estados que lanzaron campanas al vuelo ganaron un impulso de corto plazo, pero ahora se están quedando atrás. Así que sacrificamos decenas de miles de vidas por nada o menos que nada”.
Pensé en las líneas de Krugman ayer que tuve que recorrer la ciudad. Veo los números y tienen color naranja tirando a rojo. Veo las calles y son naranja teñidas de verde. Es hora de actuar con mucha responsabilidad para que no nos lleve el carajo, aún más.
@puigcarlos