Graco: comprará candidato y al Impepac
¿Qué le falta al desgobernador de Morelos para terminar de controlar a la entidad? Ni más ni menos que la sucesión y dejar un incondicional que le garantice impunidad, pero también la continuación de los negocios. ¿La estrategia? Comprarse un candidato que pueda ganar, controlar al órgano electoral local y eliminar del camino a los enemigos.
El Duarte de Morelos no podrá recurrir a la misma estrategia que el de Veracruz, toda vez que desde la Presidencia de la República lo frenaron, en su intento de poner gente de su confianza en órganos responsables de perseguirlo por sus raterías.
La lección de las elecciones intermedias 2015 de repudio al tabasqueño y todo lo que oliera a él quedó de manifiesto en las urnas. Al desgobernador le queda muy claro que eso mismo ocurrirá en el 2018. Por tanto, tendría que jugar con un candidato bien visto por la sociedad, pero que fuera susceptible de ser manejado por el tirano.
¿El candidato que se comprará Graco es Cuauhtémoc?
A mi juicio, aunque podría ser una alternativa, la respuesta es no.
Basta con enlodarlo mediante su inclusión en el Partido de la Revolución Democrática, vincularlo a Graco, quitarle a los Yáñez de encima y dejarlo zozobrar en el Ayuntamiento de Cuernavaca para que el cariño que se le tenía como futbolista se transforme en repudio como aprendiz de político. Se trataba, simplemente, de aparatarlo de las “malas compañías” y nulificarlo con el lodo que emana de Palacio de Gobierno.
¿Quién entonces?
Por lo pronto, queda claro que nadie de su equipo, porque todos son sinónimo de agachismo, complicidad y desprestigio.
“¿Quiere usted ganar las elecciones? Pues cuente usted los votos”, rezaba un ex mandatario caracterizado por su autoritarismo. Y para ello, hay que apropiarse del órgano electoral.
Por tanto, debe ser del mayor interés del desgobernador controlar al Impepac, para garantizar su triunfo y la continuidad de su camarilla.
Podría pensarse que, después de que Graco perdió casi todo porque el Impepac dejó pasar a Cuauhtémoc Blanco como candidato a Cuernavaca y eso bastó para garantizarle el triunfo al PSD, el castigo para doblegarlos era la reducción presupuestal al mínimo. Incluso la controversia presentada por el órgano electoral para recibir el presupuestote que había solicitado le fue negada vía judicial, así que quedaron en manos de la voluntad del Congreso y del desgobernador, que para el caso es lo mismo.
Ya sin obligación de ampliar el presupuesto del Impepac, Graco lo duplicó. ¿Era porque al Impepac le tocaría hacerse cargo de la consulta para la revocación de mandato? Es muy posible, pero como por su incapacidad y sobrados errores no representa garantías para el mandamás del perredismo en Morelos, es mejor comprarse uno a modo.
Hay varias vías para hacerlo:
1.- Algunos integrantes del Consejo del Impepac cumplirán en breve su nefasto paso por el órgano electoral como lo mandata la ley. Ahí hay un boquete para imponer incondicionales.
2.- Presionar, vía PRD, la salida de todos los integrantes del Consejo del Impepac, por el pésimo papel jugado en las elecciones intermedias, perdiendo boletas y actas, sacándose de la manga el “reloj electoral” al no cumplir en tiempo y forma con dar a conocer los resultados de la elección en Cuernavaca y tratar de dar el triunfo en una diputación a una mujer que ni siquiera se había inscrito para participar en los comicios, en aras de la paridad de género. A esta petición de sacarlos a todos gustosos se unirán tanto el PAN como el PRI, igualmente afectados por las decisiones del órgano electoral de Morelos.
3.- Esperar a que, una vez culminado el proceso electoral 2016, el INE haga el balance de los órganos electorales en las entidades que ya tuvieron también comicios en el 2015 y remueva a todos, para comprar ahí directamente al menos cuatro de los siete consejeros en su favor en el momento de la “elección” de los sustitutos. Quien piense que eso es descabellado, baste de nuevo mirar al Duarte de Veracruz, o a otros gobernadores que consiguieron para su causa un órgano electoral integrado por sus incondicionales, aunque no a todos les funcionó.
Ahora bien, para quitar a los enemigos del camino, ya está aclarándosele lo que le puede pasar al Cuau. El que está en puerta es el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, vía el Congreso, con la revisión de las cuentas a la máxima casa de estudios con singular parcialidad, lo que no hicieron con el mandatario, para lo cual sí tienen facultades.
El PRI en Morelos, para variar, está quebrado y hecho una porquería, de aliado en el Congreso con el desgobernador, así que para que algo cambie dependerá del centro, desde la Presidencia, de cara al 2018. Sin embargo, ahí sólo cartuchos quemados para colmo.
Y por lo que hace al PAN, a su líder estatal ya lo besó Graco, con aquella reunión con uno de sus hijos putativos, a lo cual debemos agregar la falta de un sólido liderazgo, rumbo y comportarse como oposición. Fragmentado, como lo quiere Graco, no presentará competencia. Y si antaño Graco ya brilló por dividir a la izquierda, hoy puede repetir con la derecha.
Tiempo al tiempo…