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BITÁCORA DEL DIRECTOR

¿Se encamina Estados Unidos a otra guerra civil?

El país que fue visto durante un siglo como líder indiscutible del “mundo libre”, la democracia más consolidada y la economía que daba oportunidades de una vida mejor a todos, está entrando en un terreno muy peligroso.

Estados Unidos acaba de registrar la caída más pronunciada de su economía en un trimestre. De acuerdo con los datos publicados ayer por el Bureau of Economic Analysis, la contracción producida por la pandemia de covid-19 ha borrado por completo la riqueza generada en cinco años de crecimiento.

El coronavirus ha golpeado a ese país como a ningún otro. Más de 4.6 millones de estadunidenses se han contagiado y 155 mil han sucumbido a la enfermedad. La respuesta del gobierno a los efectos de un patógeno importado ha sido digna de una república bananera. Las tensiones sociales y raciales han provocado manifestaciones masivas y violencia callejera. La polarización política, que venía creciendo en años recientes, ha alcanzado un punto en que las dos fuerzas políticas predominantes entienden la elección presidencial de noviembre como un punto de no retorno. Si gana el bando contrario, parecen decir una y otra, al día siguiente no habrá país.

Hoy vence la ayuda pecuniaria que millones de estadunidenses recibían mediante el Programa de Asistencia para el Desempleo en la Pandemia (PUAP, por sus siglas en inglés), creado en el marco de la ley para reactivación económica de marzo pasado. Para muchos, esos 600 dólares a la semana es lo único que han recibido desde que perdieron su empleo en medio de la recesión provocada por el covid-19.

Según datos de la Oficina del Censo, 11% de los estadunidenses vive hoy en un hogar donde no hay suficiente para comer; más de una cuarta parte no ha cubierto el último mes de renta y 40% de los adultos ha pospuesto sus citas médicas.

El desempleo, que parecía estar bajo control, ha vuelto a dispararse en las últimas dos semanas. Ayer, el Departamento del Trabajo dio a conocer que 1.4 millones de personas pasaron a las filas del desempleo, 12 mil más que la semana anterior, que fue la primera en cuatro meses en que se dio un incremento de individuos sin empleo. En medio de todo eso, el presidente Donald Trump propuso, vía Twitter, que se pospongan las elecciones de noviembre. “Con el voto universal por correo (no el voto en ausencia, que es bueno), la de 2020 será la elección más imprecisa y fraudulenta de la historia”, escribió ayer por la mañana. “Será una gran vergüenza para Estados Unidos. ¿Y si posponemos la elección hasta que las personas puedan ir a votar de manera adecuada y segura?”.

La pandemia ha puesto en duda que mucha gente quiera presentarse a las urnas en noviembre por temor a contagiarse. Una alternativa es votar por correo. Actualmente, todos los estados tienen esa modalidad en algún grado, pero 16 de ellos piden que el elector justifique las razones. Sin embargo, con motivo del covid-19, 35 estados ya han flexibilizado sus reglas para que los ciudadanos puedan votar sin ir a la casilla.

Trump, quien ha caído estrepitosamente en los sondeos, apuesta por reelegirse mediante la movilización de las bases que lo llevaron a la Casa Blanca en 2016. Una fuerte abstención podría beneficiarlo. Por eso teme al voto por correo, al que ha acusado de ser sujeto de manipulación.

Nunca se ha pospuesto una elección presidencial en la historia de Estados Unidos y hay quienes sostienen que legalmente no es posible. Sin embargo, el sociólogo Jack Goldstone, de la Universidad George Mason, asegura que Trump lo hará, aunque la ley se lo prohíba. “Buscará parar la elección de una manera o de otra”, tuiteó ayer.

Estudioso de los movimientos sociales y la demografía política, Goldstone desarrolló un índice que hace una década pronosticó la inestabilidad que hoy vive el país y la llegada de un presidente como Trump. El índice ahora dice que EU se encamina a una nueva guerra civil.

Si ésta llegará o no, es complicado de pronosticar. Lo cierto, las condiciones de inconformidad social y violencia callejera, sumadas a las visiones apocalípticas y la polarización hacen que, al menos, deba considerarse ese escenario. No olvidemos, en EEUU hay menos habitantes que armas en manos de particulares (393 millones) y que 42% de los hogares tiene al menos una.

Ámbito: 
Nacional