Gran trayectoria de Ramón Pequeño
A cambio de menores penas y como “testigo protegido”, Sergio Villarreal, El Grande, incriminó sin éxito a Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino, como lo había hecho ya, también inútilmente, con Rodolfo de la Guardia, Noé Ramírez Mandujano y coacusados en la fallida Operación Limpieza.
¿Querrán en Estados Unidos resucitar sus calumnias?
Hechos: el Día del Policía Federal y el monumento que se levantó en el Centro de Mando de la corporación, efemérides y mausoleo que terminarán olvidados porque la PF está siendo irracionalmente desmantelada, fueron motivados por el asesinato, a manos de la Familia Michoacana, de 12 agentes cuyo sacrificio destapó los primeros datos que llevaron, seis años más tarde, a la captura de Servando Gómez, La Tuta. Trabajaban en la División Antidrogas bajo las órdenes de Pequeño García, quien luego fue coordinador de Seguridad Regional y hoy es reclamado por la fiscalía neoyorquina en Brooklyn, con la peregrina esperanza de que infame a su ex jefe Genaro García Luna, del que hasta 2012 fue un subordinado eficiente y leal.
En el gobierno peñanietista encabezó la División de Inteligencia de la PF, pero la fuga por el túnel del Altiplano, en julio de 2015, causó su cambio al área Científica de la institución.
Combatió precisamente a la banda de Joaquín El Chapo Guzmán, a quien la SSP de García Luna incautó en Manzanillo el mayor cargamento de cocaína registrado en el mundo: 23.5 toneladas.
Fue jefe del ex comandante Iván Reyes Arzate (sujeto que jamás tuvo contacto con GGL), que en EU se declaró culpable de vender información, por tres millones de dólares, a los hermanos Beltrán Leyva.
En su gestión se capturó a Santiago Meza, El Pozolero, y a Gonzalo Inzunza, El Macho Prieto, líderes de la banda de El Chapo en Sonora y Baja California.
En coordinación con la Marina Armada, dentro del proyecto binacional de un discreto centro de información de alto nivel financiero regionalizado (que trabajaba con las agencias estadunidenses y representaban la PF, el Ejército, la Semar y el Cisen), se capturó y consignó a Baltazar Saucedo, El Mataperros, sicario de Los Zetas en Nuevo León y Tamaulipas, autor del incendio del Casino Royal en Monterrey, que mató a medio centenar de personas.
Con la DEA, la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria, la división de Pequeño García investigó y congeló cuentas de Monex; presentó denuncias y se abrieron carpetas de investigación por el caso Odebrecht; promovió la capacitación y certificación de 50 federales por parte de la DEA y el Departamento del Tesoro, condecorados por su servicio binacional contra el lavado de dinero y combate al narcotráfico, y creó el Centro de Mando con cuya información, apoyado por la Marina, logró el descabezamiento de la pandilla de los Beltrán Leyva.
Como Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño García proviene del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
Mañana: Luis Cárdenas Palomino.