1. Cien por ciento comprometidos. Un acuerdo histórico e inédito vendrá a dar solución a uno de los problemas que ha dejado la pandemia. Al no haber condiciones seguras para un regreso presencial a las aulas en el nivel básico, el ciclo escolar 2020-2021 iniciará el 24 de agosto, a distancia, y con la ayuda de las cuatro más importantes televisoras del país, anunció Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública. También participarán 36 radiodifusoras, así como las televisoras públicas y culturales del país. Su alcance sería algo nunca visto en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la firma del acuerdo de concertación “para regresar a clases con un esquema robusto, oficial, válido, que dará servicio a 30 millones de estudiantes de 16 grados escolares”. Hay mucha idea de lo que es colaboración en la iniciativa privada. Nadie lo dude.
2. Alineados y no. No es sorpresa que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación haya dado su espaldarazo a las medidas anunciadas por el gobierno federal para iniciar el ciclo escolar. Sin embargo, su secretario general, Alfonso Cepeda Salas, insistió en que, para lograr un mayor éxito en la cobertura educativa, es necesario cerrar la brecha digital y reanudar los programas de dotación de equipos de cómputo a estudiantes y profesores. Anunció que continuará con la recopilación de diagnósticos y propuestas de los docentes de todo el país y que, una vez que se pueda regresar a las aulas, sea en las mejores condiciones. Todo bien hasta aquí. Pero, como siempre, falta la última palabra, la de los profesores disidentes de la CNTE, acostumbrados a dinamitar todo proyecto.
3. El arte de la gobernabilidad. El subsecretario de Gobierno de la Segob, Ricardo Peralta, destacó que la reciente reforma a diversas leyes para instaurar la prisión preventiva oficiosa para delitos graves como el feminicidio, robo a casa habitación, uso de programas sociales con fines electorales, corrupción, entre otros, representa un avance para garantizar la justicia. “No puede haber gobernabilidad si no existe una política seria de combate a la impunidad, donde protejamos a las mujeres, donde acabemos con la corrupción y el uso de programas sociales con fines electorales, entre muchos ejemplos que han venido ocurriendo en el pasado”, señaló. “El patriotismo debe ganarle la guerra a la corrupción, es lo único que puede salvar a México”, aseveró. Si todos pensáramos así.
4. Los buenos gobiernos. El gobierno de Yucatán mostró los avances en las inversiones como parte del plan Yucatán Seguro. El gobernador Mauricio Vila Dosal exhibió las cuatro embarcaciones con las que se busca fortalecer la seguridad en los más de 300 kilómetros del litoral. El Secretario de Seguridad Pública estatal, Luis Felipe Saidén Ojeda, fue el encargado de describir a las cuatro embarcaciones: “son especiales para realizar patrullaje en la costa y tienen una potencia máxima de 1,200 caballos de fuerza”. Estarán ubicadas en Hunucmá, Progreso y Dzilam de Bravo. “Tienen un precio unitario de 17 millones 855 mil pesos, precio total de las cuatro embarcaciones, 71 millones 120 mil, una adquisición con origen de los recursos Yucatán Seguro”. Invertir a lo grande para beneficiar a lo grande. No hay pierde.
5. Incendiaria. Quien está bajo investigación es Alejandra Ezeta, exvocera de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. En un acto desproporcionado, inició una campaña de descalificación contra el organismo que dirige Rosario Piedra Ibarra. Reclama que la liquiden con una suma estratosférica de casi medio millón de pesos. Nos cuentan que, ante las filtraciones de información, los abusos y los chantajes de Ezeta, la CNDH inició una minuciosa investigación y denunció sus actos de corrupción y chantaje ante la FGR. ¿Será que el Ministerio Público procesará a Ezeta por sus exabruptos contra la institución que le abrió la puerta? Fue cesada por faltar a la oficina y ahora denuncia violencia de género y despido injustificado. ¿La Policía Cibernética ya le echó un ojo a lo que publica en sus redes sociales?