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DUDA RAZONABLE

Atrapados en 2006

Felipe Calderón salió de la Presidencia de México hace 2 mil 809 días.

Ayer, sin embargo, el ex presidente de México fue el personaje más buscado por noticieros de radio y televisión para contestar a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador había dicho en la conferencia de prensa mañanera:

“Imagínense en qué situación estaba el país. Llegó a hablarse de un narco-Estado y yo sinceramente en ese entonces pensaba que no era correcto clasificar de esa manera al Estado mexicano; pero luego, con todo esto que está saliendo a relucir, pues sí se puede hablar de un narco-Estado, porque estaba tomado el gobierno, quienes tenían a su cargo combatir a la delincuencia estaban al servicio de la delincuencia, mandaba la delincuencia, tenía una gran influencia la delincuencia, era la que decidía a quién perseguir y a quién proteger”.

La acusación no es poca cosa. Calderón respondió con furia: “Aquí me tiene y a sus órdenes. Que no se espere a las consultas (las propuestas por López Obrador si enjuiciar o no a los ex presidentes). Si soy culpable, que se investigue. Y si no tiene pruebas, que se calle. Es una revancha, una persecución política”, le dijo a Joaquín López-Dóriga.

Y de repente estamos en 2006. Claro, en la realidad no estamos en 2006. Estamos en 2020, en medio de una pandemia que suma decenas de miles de muertos, con la economía hecha polvo por el virus y otras cosas; con la inseguridad y la violencia en niveles inaguantables…pero la bronca del 10 de agosto de 2020 viene del verano de hace 14 años.

Por un lado, López Obrador y sus seguidores más cercanos no han dejado ir 2006 y ahora les ha caído como anillo al dedo el arresto de Genaro García Luna —quien, por cierto, no ha sido aún juzgado o sentenciado—; mientras que Calderón y sus cercanos no supieron, como los ex presidentes hacen, retirarse de la vida política en 2012.

Los dos, por supuesto, se benefician políticamente. El Presidente tiene un objetivo constante para sus ataques y Calderón sigue siendo figura mientras construye un partido político.

Está claro quién no se beneficia de esa bronca constante que nos traslada a 2006. Así que como dice el famosísimo meme: ¡Wey, ya!

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional